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Debido a la urgencia, altos costos y repentinos fallecimientos por el Covid-19, la Asociación Encuentro Social (AES) en el Congreso local pretende revivir la figura de testamento ológrafo y crear el digital, para que los capitalinos puedan heredar sus bienes sin la necesidad de que intervenga un notario público.
Para ello, el 28 de julio pasado el diputado local Miguel Ángel Álvarez Melo presentó una iniciativa para reformar el Código Civil, en materia de testamentos ológrafo y digital, pues aunque desde 2003 quedó establecido el programa Septiembre Mes del Testamento, éste sigue siendo muy costoso para la mayoría de la gente, alrededor de 6 mil pesos, y fuera de este periodo llega a costar hasta 30 mil pesos.
En la justificación de esta reforma, el legislador expuso que ante el elevado número de muertes que ha causado la pandemia, aunado al cierre de notarías, juzgados y oficinas administrativas, es necesario buscar mecanismos para salvaguardar los bienes de las familias.
Además, las situaciones extraordinarias que se viven “exigen la necesidad de impulsar nuevos modelos de testamentos, acordes no sólo a la realidad social sanitaria que vivimos, sino también al aprovechamiento de las tecnologías de la información y comunicación”.
Motivo por el cual, asentó en su iniciativa que fue turnada a comisiones, “podría elaborarse el videotestamento, que bien pudiera ser controvertido o imaginativo, lo que realmente implica una propuesta que deba ser analizada y discutida, aunque también lo propongo”.
Indica que el testamento ológrafo será válido sin fe notarial, siempre y cuando sea redactado de puño y letra del testador, con la expresión del día, año y mes que lo otorga.
Destacó que el testamento público abierto, que es la figura que prevalece en todo el país, es muy caro, aun con los descuentos de las jornadas que se realizan en el mes de septiembre.
La Ciudad de México es la entidad donde menos juicios testamentarios se realizan, pues en 2017 se llevaron a cabo 3 mil 596 de estos trámites y en 2019 la cifra sólo se incrementó 410, al pasar a 4006 juicios.
Ante el elevado número de defunciones y el cúmulo de juicios testamentarios que recibirá el TSJ capitalino al término de la pandemia, “es necesario revivir la figura de testamento ológrafo en el Código Civil para la Ciudad de México”, enfatizó Álvarez Melo.