La señora Juana de los Santos, habitante del pueblo de San Gregorio Atlapulco, Xochimilco, recibió hace tres años una vivienda reconstruida tras el sismo del 19 de septiembre de 2017; sin embargo, tuvo que tramitar un crédito de 140 mil pesos pues su casa no estaba terminada, pero necesitaba establecerse ya porque durmió varios meses en la calle.
San Gregorio fue uno de los poblados más afectados al sur de la Ciudad de México por el terremoto de hace cinco años, toda vez que se calcula que cerca de 100 viviendas resultaron dañadas o colapsadas por el movimiento telúrico. La vivienda de dos pisos de la señora Juana fue una de ellas, pero hoy, después de un lustro, puede decir que tiene un hogar, aunque lo sigue pagando.
Comentó que la vivienda, ubicada en la calle Fernando Montes de Oca, la comenzaron a construir un año después del temblor, por lo que tuvo que vivir en calle durante ese tiempo, y fue hasta 2019 que decidió habitarla, pues las autoridades de la actual administración presuntamente no concluían con los trabajos.
“Yo fui una de las más afectadas en el poblado, perdí todo, y aun así no tuve el apoyo, yo veía como a los demás vecinos les entregaban sus casas y a mí no. Y cuando me dicen que ya está mi casa, pues la habito, pero no estaba completa y decidí sacar un crédito en el Instituto de Vivienda de la Ciudad de México”, explicó la señora Juana.
Su actual domicilio cuenta con una recámara, baño, sala y comedor, pero la vivienda que perdió era de dos niveles, e iba a contar con récamaras para su familia conformada por seis integrantes, por lo que solicitó ayuda en la Comisión de la Reconstrucción de la Ciudad, pero le fue negada.
“Me anoté para que pudiera obtener una ayuda extra para terminarla y la Comisión de Reconstrucción ya no quiso porque supuestamente mi casa no era apta, pero en los planos se puede observar que iba a ser de dos niveles, sólo que ya no quisieron revisar adecuadamente, y la verdad que en esta casa ya no cabemos, tenemos que poner colchonetas por todos lados para dormir cómodamente”, relató.
“Hay muchas inconsistencias, pero al final puedo decir que estoy viviendo o tengo algo que prácticamente he hecho, pues la sigo pagando, sólo quisiera que las autoridades hagan una revisión de quienes faltan o que pendientes tienen, pues algunos siguen padeciendo el no tener un hogar”, lamentó.
A cinco años del sismo de 2017, Juana recordó que el día del temblor se encontraba en casa y pudo observar como su patrimonio se iba desmoronando, así como el de varios vecinos, dado que el terremoto hizo que sus pertenencias quedaran enterradas entre los escombros, por lo que cerca de un año durmió en la calle.
“Teníamos que estar pendiente por si las autoridades venían ha realizar el censo, y tardaron cerca de un mes, de verdad que fueron días terribles y [yo espero] que nadie pase lo que yo viví, y lo peor es que veía que se construían casas y yo decía: ‘Cuando me toca a mí’, pasaron cerca de dos años para volver a mi hogar”, expuso la habitante de San Gregorio, en la alcaldía Xochimilco.
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