Para evitar la propagación de hongos que atacan a las palmeras canarias, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) suspendió el sembrado de esta especie de origen europeo de los programas de reforestación en la Ciudad y han sido sustituidas por 12 tipos de árboles que han demostrado su adaptabilidad a las condiciones de la capital, entre ellas la palmera washingtonia que es nativa del noroeste y sur de México.
Como respuesta a una solicitud de transparencia que realizó EL UNIVERSAL, la Sedema informó que los primeros resultados del informe Agentes Causantes de la Declinación y Muerte de las Palmeras en la Ciudad de México arrojaron que entre las causas que ocasionan la mortandad de las palmeras canarias en la Ciudad se encuentra la presencia de una enfermedad denominada amarillamiento letal del cocotero, así como la presencia del hongo Nalanthamala.
Por ello, “hasta que se logre el control de la enfermedad” no se volverá a considerar en la paleta de arbolado que se siembra en la urbe.
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La Sedema también informó que del 1 de enero al 16 de septiembre, en el marco del programa Reto Verde, la Dirección de Infraestructura Verde sembró un total de 173 árboles, principalmente en las alcaldías Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Coyoacán y Xochimilco.
En entrevista con este diario, el subdirector de Diseño y Evaluación de Proyectos de la Dirección de Infraestructura Verde de la Sedema, Isidro Recillas, explicó que el retiro de las palmeras canarias muertas es inevitable; sin embargo, se han sustituido por especies como magnolia, ébano, olmo, crassipes, astronómica, peral de flor, palmera washingtonia, palo verde, bauhinia o pata de vaca, entre otras, provenientes de viveros ubicados en Hidalgo, Puebla, Morelos y la zona del Bajío.
El éxito de supervivencia de estos nuevos ejemplares radica en el sitio de plantación que se seleccione, a fin de que en un futuro no cause problemas en la infraestructura.
“Anteriormente no conocíamos o ignorábamos el hábito de crecimiento de las especies arbóreas y en las campañas de sembrar un árbol, la gente con buena voluntad plantó un arbolito, pero no sabía si en un futuro la raíz iba a afectar y ahora hay que quitarlo. Todo eso ha servido para que a través del tiempo vayamos conociendo y así realizar una plantación de la especie adecuada”, comentó Isidro Recillas.
Nuevos ejemplares
La Sedema indicó que en 2022 se plantaron un total de mil 205 árboles, aunque de estos 85% sobrevivió, y el número de arbolado que va este año supera 95% de sobrevivencia. También destacó que entre las causas principales que llevan a la muerte del arbolado son los daños mecánicos por vandalismo o saqueo (extracción) del ejemplar.
“El vandalismo desde hace tiempo ha sido el principal factor de mortandad en todo tipo de plantación. En la medida que tengamos la cultura de cuidar, eso nos va ayudar a que el porcentaje de sobrevivencia sea mayor”, señaló el funcionario.
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Indicó que una de las medidas que ha tomado la dependencia capitalina es que al momento de la plantación se toma en cuenta la altura de la especie, a fin de evitar que sufra de vandalismo, que antes era de alrededor de 80 centímetros y ahora es de más de tres metros.
Durante un recorrido que realizó este diario por el Viaducto Miguel Alemán y avenida División del Norte se observó la plantación del nuevo arbolado. El subdirector de la Sedema indicó que en total en este tramo serán retiradas 155 palmeras canarias muertas y sustituidas por 205 árboles. La meta inicial en este 2023 es superar el sembrado de más de 500 nuevos árboles.
Por ejemplo, en la calle de Adalid y avenida Doctor José María Vértiz, en la alcadía Benito Juárez, se plantaron cuatro especies. Las astronómicas son una de ellas, alcanzan una altura de cuatro hasta seis metros, con un estimado de longevidad entre 50 y 60 años y su tono de flor es variado, blanca, lila, roja, etc.
El árbol pata de vaca crece hasta ocho metros, produce una flor de tono lila y alcanza hasta los 60 años; el olmo del noroeste de México es una especie adaptable que alcanza hasta los 40 metros de altura y puede llegar a los 100 años de vida; la magnolia tiene una altura máxima de 10 metros y un promedio de vida de más de 60 años.
En el caso de la palmera nativa mexicana, washingtonia, el funcionario capitalino precisó que puede llegar a unos 20 metros y una longevidad de casi 90 años. “Es una especie nativa muy resistente, no hemos tenido ningún problema en cuanto al ataque de algún hongo”, comentó.
Subrayó que el arbolado nuevo tiene un año de mantenimiento, que consta de riego y supervisión constante, a fin de verificar si presentan plaga o alguna enfermedad y controlarla de manera inmediata.
El hongo que enferma a las palmeras
La Sedema precisó que en muchas partes del mundo las palmas canarias están enfermando y muriendo, incluyendo las que radican en las islas Canarias, de donde son originarias. La enfermedad amarillamiento letal del cocotero, provocada por un Phitoplasma que es transmitido por un insecto vector, es una de las causas de la mortalidad en África, Asia, Europa y otras regiones, incluyendo a la Ciudad de México.
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Al respecto, Ignacio Recillas precisó que los primeros resultados de los estudios realizados a las palmeras canarias llevó a parar su plantación. “Hasta que no tengamos la certeza y su control tal vez podamos reactivar la plantación. Tenemos palmas en vivero, pero no podemos sacarlas”.
Agregó que además de las 155 palmeras que se retirarán de Doctor Vértiz, se contemplan 60 unidades más ubicadas en Plaza de la República, en el Monumento a la Revolución, en la zona de Polanco, en Miguel Hidalgo y en la calle Florencia, en la alcaldía Cuauhtémoc.
