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Ante la ola de calor que se registra en la Ciudad de México viajar en Metro representa una odisea, pues además de esperar largos trayectos, transbordos y una que otra falla, lo peor es abordar el tren en hora pico con mucha gente, y con temporada de calor donde una ventana o ventilador no minimizan el impacto.
“Es un horno. El calor es insoportable”, afirmó Itzel Cruz quien es usuaria de la línea 9 del Metro. Explicó que viajar en metro por las mañanas todavía es tolerable, sin embargo, cuánta más gente se acumula “más olores, calor y sudor se perciben”.
“A veces hay trenes que no tienen buena ventilación. Aunque traigas suéter, y vengas ligero. El calor es horrible. Y peor, si tienes la mala suerte de que se quede el tren en el túnel y en hora pico. Es un terror porque convives con el malestar de los usuarios. Literal tu cuerpo rosa con el sudor ajeno”, indicó.
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En años pasados, el Metro operaban, en algunas estaciones con mayor afluencia, aspersores, sin embargo, en esta ocasión no se observó que estos instrumentos estén en funcionamiento.
También atrás quedó la pandemia de Covid-19, donde ya son mínimas las personas que utilizan este mecanismo, por lo que el contacto directo entre personas es inevitable ante la alta afluencia que horas pico se registra.
Durante un recorrido que realizó este diario se observó que es recurrente ver a personas que viajan con botellas de agua, abanicos y portando sombreros, incluso cargando paraguas, como mecanismos para minimizar la ola de calor que sacude a la urbe.