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david.fuentes@eluniversal.com.mx
Mientras rezaban y elevaban plegarias para que la violencia y los robos cesen en la Ciudad, una docena de religiosos fueron asaltados dentro de la iglesia La Luz del Mundo, en la colonia Pedregal de Santa Úrsula Coapa, alcaldía Coyoacán, los feligreses fueron sometidos con armas de fuego y despojados de celulares, bolsos, carteras y otras pertenencias.
Los delincuentes se llevaron una urna en la cual se habían depositado los diezmos de los últimos días, desconociendo las autoridades el monto. Según la denuncia de hechos en la procuraduría local, el robo se perpetró el miércoles pasadas las 13:00 horas.
Las víctimas detallaron a los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública que llegaron a brindarles los primeros auxilios, que fueron ocho las personas que irrumpieron en el templo, todos con armas de fuego, y con palabras altisonantes les exigieron que se tiraran al piso y que no levantaran la mirada, así hincados fueron esculcados por cuatro delincuentes.
Dos más se fueron directo a donde tenían efectivo y los otros dos resguardaban la entrada del inmueble. Testimonios refieren que el atraco duró apenas unos cinco minutos, luego escaparon corriendo con dirección a San Victorino; aparentemente cada uno se fue por distintos caminos.
En el lugar se encontró una camioneta Ford Explorer negra con placas de circulación 846-UYB, en la cual aparentemente llegaron a robar pero dejaron abandonada.
Los sujetos son buscados por las autoridades y se revisan cámaras de seguridad del templo y de negocios cercanos, al tiempo que las víctimas hacen el recuento de lo perdido ante el Ministerio Público.
Los feligreses afectados creen que el robo pudo ser planeado por alguien que conocía muy bien el lugar, pues los delincuentes sabían en qué lugar estaba la urna de los diezmos y que justo los jueves se retira el dinero.
Se indaga también la procedencia del vehículo que supuestamente dejaron abandonado cerca del templo. No descartan que fuera robado y que presentara una falla mecánica al momento de intentar encenderlo, por lo que los delincuentes escaparon caminando.
