Con figura que acentúa parte de sus cuerpos, mujeres jóvenes de 18 a 25 años, como máximo, son utilizadas por integrantes de la organización delictiva identificada por las autoridades locales como La Unión Tepito para “enganchar” a nuevos clientes, sobre todo menores de edad, y enrolarlos como consumidores potenciales de drogas al menudeo y, después, como delincuentes.
En las últimas dos semanas, dos mujeres fueron detenidas por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México.
La primera es Gabriela Castillo, exparticipante del programa televisivo Enamorándonos, y la segunda, aprehendida el pasado fin de semana, es Ivonne Macedo, quien en su perfil de Instagram ofrecía sus servicios sexuales, como escort o dama de compañía.
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Ivonne fue detenida junto con Fernando Lince El Chato, quien es identificado por las autoridades policiales como el principal extorsionador y el encargado de cobrar el llamado “derecho de piso” en el corredor Roma-Condesa, Polanco y Zona Rosa, extendiéndose incluso en los bares y antros de la zona de Insurgentes Sur, hasta la altura de la alcaldía Coyoacán, donde, refiere la investigación de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) capitalina, ya se están reclutando mujeres con perfiles similares para “expandir el negocio”.
De acuerdo con información de las autoridades de investigación, El Chato utilizaba a Ivonne para “enamorar” a nuevos clientes del sector Polanco.
Todo lo hacía a través de sus redes sociales, donde buscaba que la invitaran a salir; una vez concretada la “cena”, elegía uno de los bares o antros en los que El Chato tenía injerencia y, como parte del trato, el amigo o cliente debía comprar cocaína o drogas incluso más fuertes, como el cristal.
Con base en la investigación recabada, el mismo trabajo realizaba Gabriela Castillo, quien también fue detenida en posesión de drogas.
Al ser interrogada por las autoridades, la joven reveló que en algún momento fue novia de Óscar Flores El Lunares, cabecilla de La Unión Tepito, y que cuando éste fue encarcelado, para pagar su estilo de vida, sedujo a otro integrante de esa banda delictiva.
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Este fenómeno ya fue detectado por el departamento de Inteligencia de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México; sin embargo, las jóvenes, algunas identificadas como Las novias de La Unión, se siguen inmiscuyendo con los delincuentes o traficantes de drogas al menudeo, al catalogarlo, de acuerdo con la indagatoria, como “un estilo de vida”.
Durante el año pasado, cuatro jóvenes que encajan en este perfil fueron detenidas por la autoridad; todas, en condiciones similares: traficando pequeñas cantidades de droga y asegurando a la autoridad que son “novias” de los objetivos prioritarios de los agentes.
Y aunque no son detenidas en flagrancia o portando armas de fuego, y pese a que algunas ni siquiera cuentan con antecedentes penales, son procesadas.
Con base en las estadísticas del Tribunal Superior de Justicia (TSJ-CDMX), se sabe que las cuatro detenidas el año pasado alcanzaron su libertad, en promedio, seis meses después de que fueron capturadas, al no encontrar el juzgador pruebas suficientes para imputarlas. El punto es ser “novias” o amigas cercanas del traficante en turno, estar con ellos cuando son detenidas o ser utilizadas como “gancho” para nuevos clientes.
El caso que exhibe este fenómeno es el de la influencer y cantante de reguetón Gabriela Castillo, quien, de acuerdo con el expediente del caso, puede salir de prisión en los siguientes días, pues si bien estaba con uno de los traficantes, ella —según alega su defensa— no tiene relación con esa estructura criminal, sólo una “relación sentimental”.
El caso de Ivonne es similar, puesto que, de momento, no hay imputación directa contra ella, por lo que también podría alcanzar su libertad.
En el expediente que analiza la fiscalía capitalina se destaca que la relación de jóvenes con este perfil creció una vez que la página zonadivas.com, donde se ofertaban servicios sexuales de mujeres que eran víctimas de trata, se desmanteló y sus fundadores fueron detenidos y actualmente están bajo proceso; varias de las que ahí se anunciaban encontraron en las redes sociales una manera independiente de seguir ejerciendo la profesión; el resto prefirió “aliarse” con integrantes de La Unión Tepito.
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