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Toluca, Méx.— Largas filas se observan en algunos de los 20 módulos que dispuso la Secretaría de Salud del Estado de México para practicar pruebas rápidas de Covid-19. Se trata de trabajadores que no han podido mantenerse en casa, pues en algunos casos las personas dicen no tener dinero para acudir a un laboratorio privado y persiste el temor de resultar positivo al virus.
En Toluca, cerca de las 09:00 horas, hay largas filas para ingresar al parque Alameda 2000, donde llegan trabajadores del sector público y privado, de fábricas e industrias, así como empleados de supermercados, quienes no han dejado de salir ni de tener contacto con personas.
“Pienso que pude haberme contagiado el fin de semana del 14 de febrero, atendí a mucha gente en la tienda donde trabajo. Soy cajera y pusimos en cada puesto unas cubiertas de plástico, pero recibimos mucho dinero y hay gente que no quiere usar el cubrebocas. Me da miedo porque vivo con mi hijo de 14 años y mi mamá es diabética”, dijo Rosalinda.
Explicó que aprovechó su día de descanso para acudir al módulo, pues sabe que son pruebas gratuitas: “No tengo dinero para enfrentar el gasto de medicamentos ni para rentar o comprar un tanque de oxígeno, porque he visto que es muy caro”.
Del 27 de diciembre de 2020 a la fecha, la Secretaría de Salud mexiquense ha aplicado 589 mil 222 pruebas rápidas de detección al virus en módulos que fueron destinados a los municipios con mayor número de contagios, como es el caso de la capital del estado. Han resultado 91 mil 783 positivos, quienes, según la gravedad de sus síntomas, son remitidos a un hospital o les piden continuar su tratamiento en casa.
En el caso de Maricela, en su trabajo le pidieron que acudiera a practicarse una prueba, pues al menos cinco de sus compañeros dieron positivo al virus.
La mujer acudió al módulo porque, explicó, el costo más bajo que encontró en laboratorios privados fue de mil 200 pesos y es el dinero que destina a los pasajes para ir a trabajar en una sola quincena.
