En la calle de , , las puertas de madera siguen cerradas con candados desde hace casi un mes. Adentro, aseguran vecinos, permanece “Güero”, un gato de ojos verdes y rayas cafés que era como la sombra de su dueña, Ana Gloria Cruz, hasta el día en que la desalojaron de su local.

“Cuando llegaron los , lo primero que hice fue pedirles que me dejaran entrar por él (...) les enseñé mis llaves y les dije que me dejaran subir, 'nada más agarro a mi gato y les abro, pero no me dejaron. Se metieron, sacaron mis cosas y ya no volví a saber de él”, dice la mujer.

Señala que cuando "Güero" escuchó "todo el despapaye se metió a la azotea, porque él no salía de ahí cuando había ruido. Pero (los policías) ya no me dejaron subir. Me dijeron que me quedara en la tienda y que no podía pasar. Desde ahí no volví a verlo”.

Ana Gloria pide apoyo de las autoridades capitalinas para ingresar al edificio y sacar a su gatito.
Foto: Especial
Ana Gloria pide apoyo de las autoridades capitalinas para ingresar al edificio y sacar a su gatito. Foto: Especial

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A casi un mes, Ana Gloria pide apoyo de las autoridades capitalinas para ingresar al edificio y sacar a su gatito, pues teme que el alimento que pudo haber quedado en el local ya se haya terminado. “Al principio dije: bueno, dos semanas puede aguantar, pero ahorita ¿qué va a comer? Ratas, tal vez. Es lo único que podría encontrar”.

Sabe que está vivo porque lo ha escuchado y, dice, él le ha maullado.

“Hace como una semana y media me quedé ahí en la noche, y de repente escuché que lloraba. Le hablé: ‘¡Güero!, ¡Güero!' y me contestó, pero no salió. Es muy miedoso, no se atreve”, cuenta la mujer. Vecinos aseguran que lo han visto en la azotea y asomado por las ventanas.

Relata que el pasado 27 de agosto, cuando ocurrió el desalojo de 19 familias y ocho locales, llegaron decenas de personas y comenzaron a saquear su tienda.
Foto: Fernanda Rojas
Relata que el pasado 27 de agosto, cuando ocurrió el desalojo de 19 familias y ocho locales, llegaron decenas de personas y comenzaron a saquear su tienda. Foto: Fernanda Rojas

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Relata que el pasado 27 de agosto, cuando ocurrió el desalojo de 19 familias y ocho locales, llegaron decenas de personas y comenzaron a saquear su tienda.

Dice que perdió toda su mercancía, entre papas, refrescos y abarrotes, pero lo que más le dolió fue no volver a ver a su gato.

Cuenta que "Güero" tiene tres años y medio de edad. Lo tiene desde que nació. Se iba a llamar "Julión" pero la gente que pasaba siempre le decía "Güero" y así se le quedó, comenta.

Mientras la situación legal del inmueble sigue sin resolverse y el Gobierno de la Ciudad de México busca expropiarlo a favor de los afectados
Foto: Especial
Mientras la situación legal del inmueble sigue sin resolverse y el Gobierno de la Ciudad de México busca expropiarlo a favor de los afectados Foto: Especial

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"Lo quise para que me cuidara que no se metieran las ratas a comerse el alimento, pero terminó siendo la estrella de la cuadra", recuerda con cariño. Platica que toda la gente lo conocía: los de la comunidad LGBTTIQ+ que iban a los bares, los clientes de su tienda. "Hasta se tomaban fotos con él".

Mientras la situación legal del inmueble sigue sin resolverse y el Gobierno de la Ciudad de México busca expropiarlo a favor de los afectados, el gato continúa encerrado. Afuera, Ana Gloria lo espera todos los días.

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dmrr/cr

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