Desde las 18:30 horas, media hora antes de que arrancara oficialmente, cientos de familias, parejas, e incluso turistas extranjeros, se dieron cita en la glorieta de la Palma para participar en el Paseo Nocturno ciclista que fue reactivado por el Gobierno de la Ciudad de México después de dos años de suspensión a causa de la pandemia por Covid-19.
Al ritmo de rock y jazz, los capitalinos esperaron su turno para solicitar el préstamo gratuito de una bicicleta en una larga fila que abarcó desde la esquina de Niza hasta casi el monumento a Cuauhtémoc, sobre Reforma.
“Este año queremos romper el récord de asistencia, que es de 150 mil personas. Sólo pedimos el uso de cubrebocas y muchas ganas de disfrutar los conciertos y actividades a lo largo del recorrido, porque todos necesitamos una distracción sana luego del largo encierro”, dijo Rodrigo Díaz, subsecretario de Planeación, Políticas y Regulación de la Secretaría de Movilidad.
Invitó a los residentes de la Ciudad a usar menos el auto para transportarse y utilizar la bicicleta, que es amable con el ambiente.
Algunos de los participantes lucieron disfraces y cascos adornados con luces led durante todo el recorrido. Otros hicieron el recorrido a pie, en patines, patineta o patín del diablo.
Las hermanas Jordan disfrutan del evento desde 2019, cuando aún no se suspendía, y el anuncio de una nueva rodada les emocionó, pues el ciclismo es su pasatiempo favorito.
“Cuando nos enteramos que el paseo regresaba nos emocionamos porque este año habrá conciertos y actividades físicas”, contaron.
En los puntos más importantes de Reforma se llevaron a cabo conciertos musicales, clases de zumba, yoga y baile que fueron impartidas por otros asistentes.