Más Información
UNAM responde a reducción de presupuesto; la calidad en la educación y más 110 mil estudiantes con beca serán afectados, sostiene
Hacienda entrega Paquete Económico en la Cámara de Diputados; prevé ingresos por 8 billones y déficit de 3.9%
Claudia Sheinbaum entra al top 100 de “Titanes”; Revista Time la suma a los líderes más influyentes en tema ambiental mundial
VIDEO: Por reelección de Piedra, PAN coloca coronas fúnebres a la CNDH; llevará el caso a instancias internacionales, afirma
metropoli@eluniversal.com.mx
Los microsismos son movimientos telúricos de magnitudes tan pequeñas que apenas son perceptibles y no generan afectaciones mayores.
Ayer se reportaron tres pequeños temblores en la Ciudad de México, todos con epicentro en la delegación Benito Juárez y con menos de 20 minutos de separación uno del otro, de 1.5, 1.8 y 2.2 de magnitud.
Desde septiembre de 2017, cuando dos sismos sacudieron la capital, se han registrado 33 temblores con epicentro en el Valle de México de acuerdo con un listado del Servicio Sismológico Nacional (SSN).
La mayoría de estos microsismos, cuya magnitud va desde 0.9 hasta 3, han sido reportados en las delegaciones Tlalpan, Coyoacán y Benito Juárez. Aunque también se han reportado en el Estado de México.
Xyoli Pérez Campos, jefa del SSN, explicó que “estos sismos son pequeñitos y lo único que se siente es como un golpe o un movimiento que te sacude muy brevemente, un poco violento, y pues nos sorprenden, entonces si nosotros sabemos que esto puede llegar a suceder, pues cuando sucede no nos agarra de sorpresa”. EL UNIVERSAL publicó en febrero que los sismos con epicentro en el Valle de México son provocados por la energía que desataron los dos temblores de septiembre de 2017, de los días 7 y 19.
Explicación. Para ejemplificar esto, la especialista mencionó que de enero a agosto de 2017 sólo se reportaron 14 sismos, pero luego de septiembre el número de movimientos registrados en la capital aumentó al doble.
“Existe la hipótesis de que la energía liberada de los grandes sismos viaja hacia la Ciudad de México y deforma las capas del subsuelo que se encuentran bajo nuestros pies. Esa deformación da lugar al disparo de estos temblores, acelera localmente los procesos de hundimiento del terreno por el tipo de suelo de la capital”, explicó el doctor Luis Quintanar del SSN.
Tanto Xyoli Pérez como Quintanar concuerdan en que los sismos no pueden predecirse, pero en todo caso la ciudadanía puede tomar medidas de prevención para saber cómo responder ante un movimiento de este tipo u otro de mayores magnitudes.
Pérez aseguró que la gente no corre riesgo ante este tipo de movimientos, ya que “son muy pequeños para que puedan provocar algún daño”. Sin embargo, recomienda “saber que esto ocurre, estar informados del fenómeno, pueden encontrar información en nuestra página de internet y ahí se describe justamente la geología y las fallas qué hay dentro de la Ciudad de México y cómo se han presentado estos sismos pequeños desde hace muchísimos años”.