Lo que comenzó como un intento por visibilizar la falta de representación de lesbianas, bisexuales y otras identidades dentro del paraguas sáfico, se transformó en un reclamo virtual en 2020. Un año después, tomó fuerza como un acto de rebeldía y protesta para dejar claro que las mujeres de la comunidad LGBT+ existen, y no viven a la sombra de otras disidencias más visibles.
Así nació la “Marcha Lencha”, movilización que se lleva a cabo cada junio en la Ciudad de México, una semana antes que la marcha general del orgullo LGBTQ+.

“Cuando se desarrollaba la marcha LGBTQ+ comenzábamos a ver que a lo mejor las narrativas se centraban más en los hombres cis-gay. Entonces surge la preocupación de: ¿dónde están las lesbianas?, ¿dónde están las transexuales?, ¿dónde están las personas no binarias?”, relató Andru, persona no binaria, sáfica y cofundadora de la marcha.
El significado de la palabra “sáfico” abarca un espectro amplio. Hace referencia a mujeres que sienten atracción por otras personas de su mismo género, sin usar una etiqueta predeterminada como lesbiana o pansexual.

La Marcha Lencha no está dirigida exclusivamente a mujeres cisgénero, sino a todas las personas que se identifiquen con las "lenchitudes". "También entendemos que hay hombres trans que se pueden sentir identificados desde la lechitud. Entendemos que las experiencias y las vivencias son tan diversas que a lo mejor no caben dentro del ser sáfica o lesbiana o heterosexual", explicó Andru.
Lee también Orel Morales, el primer policía trans de la CDMX que desafía los estigmas; "no somos moda", afirma
Razones para marchar
De acuerdo con una encuesta de 2021 del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED), una de las principales causas de discriminación está asociada con la orientación sexual (10.6%). Las lesbianas se ubican como uno de los grupos más discriminados, en noveno lugar (3.2%).
Aunque la “L” encabeza el acrónimo LGBT, las lesbianas no siempre tienen la visibilidad que se cree, e incluso pueden enfrentar múltiples violencias dependiendo de sus características personales.
Lo mismo ocurre con identidades y sexualidades no convencionales que amplían el espectro del colectivo o rompen con roles impuestos al sexo asignado.
Uno de los pilares de la Marcha Lencha es la visibilización de las lenchitudes, una demanda que se dirige tanto a la sociedad como al Estado. “Tenemos peticiones al gobierno, a las instituciones que tienen que ver con la discriminación que nos atraviesa (...) marcho una semana antes de la marcha LGBT para visibilizarme, para decir que estoy aquí, para denunciar”, declaró Andru.

No solo se exige mayor visibilidad pública, sino también un sistema que se adapte a las necesidades de quienes están fuera de la norma.
Lee también "Level up" al amor propio; Crystal Molly, una voz trans visible entre streamings y videojuegos
Según la asociación Diversas LGBTIQA, es fundamental implementar protocolos de atención médica y ginecológica específicos para lesbianas y otras diversidades sexuales, así como erradicar la discriminación machista y lesbofóbica en la práctica médica.
Estos obstáculos han dificultado el acceso a servicios de salud sexual para mujeres de la comunidad y personas trans, debido a la falta de información, prejuicios y recursos.
“Se tiene la creencia de que las personas sáficas que se enamoran y tienen prácticas sexuales con otras personas sáficas no tienen sexo, o se les niega la atención en ciertos servicios de salud. En el caso de personas no binarias o de hombres trans, también se debe otorgar el acceso al aborto, y eso está nulamente visibilizado”, insistió Andru.
Más que solo una marcha
Una semana antes del movimiento del Orgullo que se celebra cada junio, la Marcha Lencha toma las calles de la CDMX para demandar espacios, derechos sexuales, denunciar violencia y combatir la discriminación institucional y política.

Inspirada en marchas interseccionales de Estados Unidos como la Dyke March, el colectivo organizador pensó en un espacio de dignificación para todas las identidades, sin excluir a personas trans o no binarias.
La marcha también se vincula a luchas sociales como el ambientalismo, los derechos humanos e incluso conflictos internacionales, como la guerra en Gaza.
Con casi seis meses de planeación, la marcha no solo es un recorrido por Reforma. También es una feria de salud sexual, un evento cultural, un "kiki" como espacio seguro para expresarse con moda, arte y baile, y hasta retas de futbol con equipos vinculados a las identidades sáficas.
“El hecho de que exista la Marcha Lencha es meramente político, pero para mí sí era muy importante darle este peso también a celebrar (...) hacer una fiesta también es político y hemos encontrado que eso es muy importante. Lo principal era seguir creando espacios para nosotras”, dijo Poli, une de las personas organizadoras actuales de la movilización.
Diversidad dentro de la diversidad
Ante críticas sobre si el movimiento es separatista, las personas organizadoras aseguran que no desvirtúa la lucha LGBTQ+, ya que incluso dentro del colectivo, las mujeres siguen siendo discriminadas.
“No importa qué tanto ruido hagamos, la comunidad nos sigue invisibilizando muchísimo. Tenemos que abrirnos camino sí o sí, a como dé lugar, y va a ser independiente de la marcha LGBTQ (...) Nos visibilizan o nos invisibilizan dependiendo de qué quieren de nosotras. Si les gusta nuestro espacio, está padrísimo, van y se lo apropian, pero si es un crimen de odio, un lesbofeminicidio o un transfeminicidio, es como de ‘ah no, nosotros no’”, señaló Poli.
Lee también Guía para conocer más sobre las juventudes trans’: apuesta para tejer alianzas de vida en vida
Según el COPRED, las mujeres lesbianas y personas no binarias enfrentan doble discriminación, desigualdades múltiples y violencias estructurales, tanto por su orientación sexual como por su identidad de género.
“La violencia que hay en las parejas sáficas tampoco se reconoce ni se menciona, y es bien importante decirlo. También hay violencia en la relación. A lo mejor no es visible como en las relaciones heterosexuales, pero también hay otros tipos de violencia. Entonces, lo que más pedimos o luchamos es la visibilidad”, declaró Andru.
El futuro de las “lenchitudes”
La Marcha Lencha llegó para quedarse en la CDMX. Aunque crece cada año, su objetivo no es convertirse en un segundo Día del Orgullo, sino mantener el espíritu de lucha por los derechos de las lenchitudes, con autenticidad, sin depender de la validación de personas cishetero o marcas publicitarias.
Las personas que organizan la marcha aspiran a que más personas se sumen y que el movimiento se expanda a otros estados. “Que crezca lo suficiente, que seamos suficientes personas en la marcha para lograr más cosas durante el año de manera comunitaria, y que el día de la Marcha Lencha sea parte de una agenda que dure más de un día. Que tomemos más espacios durante el año, porque junio no es nuestro único mes”, dijo Sam, mujer trans y responsable de la feria de salud del evento.