Habían pasado cinco minutos desde que arrancó la conferencia mañanera cuando se desencadenó un ambiente de nerviosismo, escepticismo y rostros de asombro.
Fueron 56 minutos de tensión con llamadas telefónicas y mensajes de texto en el Salón Tesorería, donde se confirmó el homicidio de dos colaboradores cercanos a la jefa de Gobierno, Clara Brugada.
A las 7:29 de la mañana, la presidenta Claudia Sheinbaum daba comienzo al informe quincenal de la estrategia de seguridad.
La titular de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, hablaba sobre las jornadas de paz, alejar a los jóvenes de la violencia y del canje de armas, cuando de forma atípica, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, intercambió mensajes de WhatsApp con la coordinadora de Comunicación Social, Paulina Silva.
A las 7:36 horas, la titular del Ejecutivo federal recibió el primer reporte escrito de manos de Paulina Silva. Inmediatamente, buscó a García Harfuch, quien se levantó de su lugar para hablar.
A las 7:38 horas, tras bambalinas, García Harfuch atendió una llamada de cuatro minutos y reapareció ante las cámaras. Miraba su celular y seguía escribiendo.
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“Omar”, es el llamado que le hizo la Presidenta al secretario de Seguridad, pues era su turno de dar un informe. En lugar de ir directamente al micrófono, hizo una pausa con la Mandataria, en la que fue patente el nerviosismo. El secretario habló sobre las detenciones y decomisos de armas y drogas.
“Bueno, esta es la información del día de hoy. Y pasamos a las preguntas”, dijo Sheinbaum.
“Sobre lo que estaba ocurriendo, ¿hay alguna información?”, se le preguntó. “Sí, estamos confirmando una información. Y en unos 10, 15 minutos que se confirme, se las damos a todos”, respondió.
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No fue sino hasta las 8:26 horas cuando Silva se acercó a Sheinbaum Pardo para entregarle otra tarjeta, presuntamente la confirmación de los hechos en el sur de la ciudad.
Seis minutos después, Clara Brugada reveló lo ocurrido a través de sus redes. Con ello, Sheinbaum frenó las preguntas y habló del caso. Ximena Guzmán y José Muñoz, cercanos a la jefa de Gobierno, fueron asesinados en la calzada de Tlalpan. “Vamos a llegar al fondo de esta situación y que haya justicia”, afirmó la Presidenta.