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Los vecinos de la alcaldía Cuajimalpa expiaron sus culpas a latigazos este Sábado de Gloria durante el recorrido de los judas por las calles cercanas a la explanada de la demarcación, mientras que los más jóvenes buscaban tener las marcas para poder presumir a sus amigos.
Ayer por la mañana, decenas de jóvenes se reunieron en la romería ubicada sobre la avenida Juárez, en la colonia Cuajimalpa, para acompañar a Judas Espía a robar a los comerciantes; algunos de los vendedores que no quisieron entregar sus pertenencias, fueron atacados con el látigo.
Las personas que no conocen bien esta tradición corrían asegurando que estaban dando latigazos a todos los que estaban observando, y al llegar a la parroquia de San Pedro Apóstol, muchos huyeron para evitar ser agredidos.
Sin embargo, cuando el contingente arribó acompañado de Judas, se reunieron en la puerta de la parroquia, donde se llevó a cabo la tradicional arrastrada, donde el hombre que interpreta a Judas es colgado, mientras lanza algunos productos robados de su motón.
Después de bajarlo, las personas, principalmente jóvenes, se formaron para ser golpeadas en las pantorrillas, unas sobre el pantalón y otras recibieron el latigazo directamente.
“Le toca a él”, “este no dio”, “que nos den para todos”, gritaban los jóvenes que acompañaron a Judas, y además buscaban a las víctimas para recibir un latigazo en la pantorrilla, algunos esperaban tener marcas y otros lo hacían por juego.
“La tradición es que con estos golpes te limpias de tus pecados; yo llevo dos, espero tener al menos otros cinco”, dijo Luis, joven de 17 años.
“Es bien chido, nosotros nos retamos para ver quién termina peor, pero la verdad no duele, mis amigos y yo cada año recibimos entre cinco y 10 latigazos”, comentó Daniel.
Óscar López, este año representa a Judas Espía en Cuajimalpa, y su actuación comienza con la revolcada, misma que simboliza la expulsión del mal. “Nosotros representamos el mal, por eso después salimos al mercado y les pedimos un producto que nos quieran donar, les decimos que salimos a robar, nos lo obsequian y al terminar repartimos al grupo todo lo que se juntó”, dijo. Comentó que los latigazos son una tradición, y a las personas les gusta que se les pegue y se acercan a recibir el golpe, algunos para tener una marca.
Es el primer año que Óscar sale como Judas Espía y sólo tiene posibilidad de representarlo por dos años, debido a que es uno de los personajes más cotizados en la zona.
En el transcurso de la tarde soldados fariseos y un grupo de pobladores recorren las calles de Cuajimalpa en busca de los judas vivientes, quienes estuvieron robando a los comerciantes.
Después de que los judas son detenidos, son colgados y reciben latigazos como castigo, para que se arrepientan por haber robado a la comunidad, por lo que van tirando el botín, tal como una piñata.
Al entregar todo lo robado, los Judas vivientes son remplazados por algunos personajes de cartón y pirotecnia para que el Sábado de Gloria concluya con la quema de judas.