Desde hace un año, al menos tres veces por semana, Ángel Ramírez, de 24 años, busca en su celular diferentes opciones para rentar y salirse de la casa de sus padres, pero lograr esta meta implicaría destinar dos veces su sueldo si vive solo y 80% si lo hace con roomies.

“Por cuestiones de empleo y de cercanía a centros de trabajo y de estudio he buscado independizarme ya en varias ocasiones (...). En promedio necesitaría trabajar y usar 80% de mi salario para un cuarto, y para un departamento, sólo en Naucalpan [Estado de México], ahorrar casi dos sueldos, más o menos”, dijo el joven, quien gana alrededor de 8 mil pesos mensuales en una empresa de ferrocarriles.

De acuerdo con el presidente de la Cámara Nacional de Vivienda (Canadevi) del Valle de México, Leopoldo Hirschhorn, 46% de los jóvenes capitalinos de entre 20 y 30 años de edad siguen viviendo con sus padres.

Es decir, así como Ángel, unos 644 mil 643 jóvenes en dicho rango —del millón 402 mil 248 que hasta 2023 había en la Ciudad de México, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)— no pueden independizarse.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el titular de la Canadevi del Valle de México explicó que esto se debe, principalmente, a que el salario de este sector de la población es de 7 mil pesos en promedio, cuando una renta barata en la capital es de 10 mil pesos.

Con esto, los jóvenes tendrían que destinar un salario y medio para acceder a una vivienda en alquiler, aun cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Hábitat sugiere que una renta, incluyendo los gastos del hogar, no debería superar 30% del salario de una persona, por lo que para alquilar un departamento de 10 mil pesos, un joven tendría que ganar más de 30 mil mensuales.

Leopoldo Hirschhorn señaló que el encarecimiento de las rentas se debe a que desde hace 10 años la construcción de vivienda en la Ciudad de México disminuyó 80%, debido a que anteriormente se construían 20 mil inmuebles al año y en 2024 únicamente 4 mil.

Por ello, indicó, el precio de la construcción más barata al que pueden acceder las empresas inmobiliarias es de un millón 700 mil pesos, por lo que todas las viviendas se venden a los desarrolladores, ya que no sería redituable hacer inmuebles en renta.

Carlos Josué, de 27 años, aseguró que pagar estas cantidades de dinero para rentar es “impensable, no hay manera, porque no sólo es pagar renta: ¿y la comida?, ¿el internet?, ¿la luz? Hasta el simple hecho de poder divertirnos debería estar contemplado en nuestros salarios”.

Además, destacó que los requisitos que los propietarios piden para rentar son “muchísimos, y a mi edad es muy complicado poder cumplir (…) por ejemplo, tres meses de depósito sin retorno, cuando apenas y me alcanza para uno, aval y hasta carta de recomendación”.

La coordinadora de la oficina para América Latina para la Coalición Internacional para el Hábitat, Silvia Emanuelli, subrayó que entre más céntricas están las viviendas, mayores garantías se piden, como aval y comprobación de estados de cuenta, entre otros. “Son requisitos o garantías a los que muchas veces la juventud no puede acceder”.

Aseveró que estos factores generan la expulsión de jóvenes de la Ciudad a estados aledaños, como el Estado de México, principalmente, lo que trae consigo una violación al derecho a la vivienda, bienestar y desarrollo educativo.

“Estamos en un sistema económico y de localización en el que según el salario que tienes te toca un determinado territorio (…), pero a largo plazo la vivienda que parece más barata acaba siendo muy cara, porque gastar por muchos años en transporte termina comparándose a rentar una vivienda en las centralidades, pero en pequeñas parcialidades”, indicó.

Rosalba González, maestra en Desarrollo Urbano por la Pontificia Universidad Católica de Chile, dijo que esta expulsión genera una pérdida de identidad y competitividad, pues hay menos pago de impuestos, menos derrama económica y, a nivel político, hay menos votos.

Remarcó que el escenario al que se dirigen las generaciones más jóvenes “no se ve muy prometedor, porque si acceden a una vivienda propia lo van a hacer con muchas dificultades y a través de un endeudamiento que va a ser complicado sostener”.

Propuso un mecanismo de vivienda protegida, que podría implementarse a largo plazo, en el que el Estado rente viviendas a perpetuidad, como en Alemania o Suiza; cuando te mueras se lo dan a otro, es decir, no te pertenece.

Sin obra, proyecto piloto de departamentos en renta

El secretario de Vivienda de la Ciudad de México, Inti Muñoz, afirmó que ya está avanzando el Programa Piloto Vivienda Social en Renta para Jóvenes de la Ciudad de México 2024.

“Actualmente, después de que tuvo un pequeño retraso administrativo, ya está avanzando el primer proyecto piloto”, dijo a EL UNIVERSAL.

En una visita al predio de Doctor Lavista 105, colonia Doctores, alcaldía Cuauhtémoc, en el que se desarrollará este proyecto, se pudo constatar que aún no ha iniciado la construcción y el edificio todavía se identifica como estacionamiento público, aunque está cerrado.

El predio en el que la administración pasada anunció la construcción de vivienda para jóvenes sigue como estacionamiento, aunque no da servicio.  Foto: Diego Simón Sánchez / EL UNIVERSAL
El predio en el que la administración pasada anunció la construcción de vivienda para jóvenes sigue como estacionamiento, aunque no da servicio. Foto: Diego Simón Sánchez / EL UNIVERSAL

Un policía que resguarda el lugar aseguró que “no ha empezado, no han hecho nada todavía (...) no nos han dicho para cuándo, supongo que nos van a avisar en su momento”.

Un trabajador de una cafetería que se encuentra frente al lugar confirmó que en el sitio no se ha visto movimiento de obra alguna.

Para dar mayores oportunidades de renta asequible a jóvenes de la capital, el pasado 13 de septiembre el entonces jefe de Gobierno, Martí Batres, anunció el primer proyecto del Programa Piloto Vivienda Social en Renta para Jóvenes de la Ciudad de México 2024, en dicho predio.

Con ello, se tiene contemplado que 158 jóvenes de entre 18 y 35 años puedan acceder a un hogar por rentas mensuales de entre 2 mil 500 y 5 mil pesos.

El secretario de Vivienda explicó que el “monto del arrendamiento de estas viviendas debe ser obligadamente asequible, eso significa que no rebase la tercera parte del ingreso de los jóvenes de más bajo recursos; estamos hablando que ganen entre uno y dos salarios mínimos”.

Además, se busca que vivan en la zona centro, con todos los servicios y suficiente transporte público, para que “los jóvenes puedan vivir cerca de sus lugares de trabajo y estudio”.

Agregó que para finales de 2025 espera anunciar cinco proyectos más.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Comentarios