En marchas feministas no habría necesidad de que la policía capitalina estuviera presente si no participaran los contingentes del llamado Bloque Negro, consideró la directora de la Policía Metropolitana de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Itzania Otero, conocida como Jefa Atenea, quien la tarde del martes dirigió parte del operativo para resguardar la manifestación a favor del aborto.
“Nosotras [policía femenil] realmente estamos por las que son ya un grupo de provocación. Nosotras como policías tratamos de alejarnos, darles su espacio y permitimos su protesta violenta, pero sí tendríamos que estar presentes porque todavía quieren no sólo provocar a la policía, sino entrar a golpe directo con hombres que se encuentran alrededor o con alguna persona que está en oposición y eso es lo que queremos evitar”, dijo.
Al menos 24 policías resultaron lesionadas, pero de acuerdo con el balance hecho por Otero, los protocolos de actuación policial funcionaron. El desgaste fue menor; sin embargo, entre algunas hubo cierto temor.
“Es una estrategia que a lo largo de estos dos años y medio se ha ido aprendiendo, a veces al ser todas escuderas, nos limitaba, porque el contacto es muy directo, se nos complicaba mucho. Después de eso nos preparamos con manos libres, y ellas [mujeres policías] fueron las que hicieron la labor de avanzarlas con un diálogo sencillo”, expuso.
Comentó que en comparación con otras protestas, esta vez el Bloque Negro no utilizó hombres encapuchados y en esta ocasión fue un número considerable de mujeres encubiertas.
“Fue violenta”
Para la directora de la Unidad de Protección Ciudadana (UPC) Embajadas, Olga Lidia Olivares, “fue violenta; empezamos a ver cómo se acercaron grupos de mujeres con la intención de agredir. Mis elementos tuvieron que ensamblar la formación para evitar ser lastimadas”.
Contó que una de las manifestantes le arrojó a la cara una varilla que alcanzó a esquivar: “Si no bajo la cabeza… no sé cuál sería la situación”. También recibió un golpe en la rodilla que le provocó una contusión menor y tuvo que ser atendida por el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM).
“Antes de cada dispositivo yo hablo con el personal, hablamos de protocolos y de ser empáticas, porque nuestra función es salvaguardar la integridad de las personas y en ningún momento podemos responder a la agresión. Va mal enfocado el objetivo de la marcha, el objetivo de estas personas era agredir, incitar, para caer en provocación”.
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