A su regreso a la Ciudad de México, luego de recibir atención médica en Estados Unidos, Jazlyn Azuleth, la menor de dos años sobreviviente de la explosión de una pipa de gas LP en el Puente de la Concordia, en Iztapalapa, se encuentra en buen estado de salud y con su familia, confirmó su madre Cinthya Jazmín Carrillo.
Tras haber sido atendida en el Shriners Hospitals for Children, en Galveston, Texas, con apoyo de la Fundación Michou y Mau, la pequeña recibirá seguimiento por telemedicina —aproximadamente cada 15 o 30 días— para ver cómo evolucionan sus heridas y determinar si es necesaria una segunda cirugía para que recupere la movilidad de una de sus manos.
También se estarán valorando las prendas compresivas que debe usar.
“Fue un proceso muy duro, tanto para mí como para ella, y verla ahora caminar, jugar y hacer las cosas es algo muy lindo de verdad, de verdad”, manifestó Cinthya y agradeció a las fundaciones que la apoyaron para la recuperación de su hija.
Afirmó que tras dos meses en un hospital solamente viendo a médicos y sin poder moverse por completo, para la menor fue “una sorpresa” llegar a casa y ver de nuevo a sus tías, primas y familiares.
Tras la explosión, Jazlyn se encontraba en estado crítico, intubada, y con un porcentaje de entre 20% y 25% de la superficie corporal con quemaduras, por lo que parte de su tratamiento implicó cirugías para colocar injertos de piel en las zonas afectadas.
Yannick Nordin Servín, director médico de la Fundación Michou y Mau, afirmó que el estado en el que se encontraba la menor antes de llegar al hospital de Galveston era de “urgencia absoluta”, con quemaduras de tercer grado; por lo que tras dos meses de atención su estado pasó de estar en urgencia absoluta a relativa.
En conferencia de prensa, junto a la presidenta de la Fundación Michou y Mau, Virginia Sendel, Cinthya Jazmín recordó a su madre y abuela de Jazlyn, la señora Alicia Matías Teodoro, quien protegió a la pequeña con su propio cuerpo al momento de la tragedia y afirmó que “fue una mujer fuerte”.
“Mi mamá fue muy fuerte, yo quisiera tener la misma fuerza que tuvo, todo esto ha sido un golpe muy fuerte, pero le agradezco toda la esperanza y todo el valor que ella tuvo al sostener a mi hija en los brazos y jamás soltarla; mi mamá siempre decía que la familia era primero, nos enseñó a estar juntas siempre y siempre estuvo con nosotras”, indicó.
Llegar a la Ciudad de México tras el tratamiento de su hija y no ver a su madre significó “un golpe de realidad muy fuerte”, contó y manifestó que aún experimenta el duelo por su pérdida. Dijo que lo que le da más fuerza para seguir adelante ante esta situación difícil es el amor que le tiene a su pequeña.
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