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Chalco, Méx.— Después de casi 10 horas de audiencia, la juez que lleva el caso de Carlota “N”, Mariana “N” y Eduardo “N”, determinará este jueves si los vincula o no a proceso por homicidio calificado y homicidio calificado en grado de tentativa.
La madre y sus dos hijos están acusados de matar a dos personas que presuntamente invadieron su casa en el fraccionamiento Ex-Hacienda de Guadalupe, ubicada en la comunidad de La Candelaria Tlapala, en el municipio de Chalco, así como de lesionar a un adolescente de 14 años el pasado 1 de abril.
En la continuación de la audiencia que inició a las 9:00 de la mañana y concluyó cerca de las siete de la noche en una de las salas de los Juzgados de Control de Juicios Orales del penal de Chalco, la defensa legal argumentó que los tres imputados no fueron detenidos en la vía pública, como dio a conocer la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGEM), sino en otra de sus propiedades en Chicoloapan, donde irrumpieron de manera violenta y los detuvieron sin una orden de aprehensión.
Además, los abogados expusieron que los agentes de investigación de la corporación mexiquense les habrían “sembrado” armas y marihuana durante la irrupción ilegal que efectuaron en ese domicilio localizado en la colonia Rancho San Miguel.
Para demostrar esa teoría, los abogados dispusieron de peritos independientes en informática y criminalista, quienes analizaron un video difundido en redes sociales, el cual fue grabado por uno de los vecinos cuando ingresan hombres encapuchados a la casa donde se resguardaban Carlota y sus dos hijos.
El experto en informática expuso que los ministeriales rompieron vidrios y forzaron chapas para entrar de manera ilícita y sin orden de cateo; poner armas y droga en uno de sus vehículos y hacer creer que los arrestaron en una de las calles de Chicoloapan.
Durante la audiencia se presentaron cinco recesos, uno de ellos después de las 16:00 horas para que Carlota “N” pudiera ingerir alimentos por su condición de diabética.
Los tres inculpados se sentaron uno al lado de otro, Carlota “N” estuvo con gesto adusto y sólo sonrió cuando vio en la sala a su hijo Arturo Santana Alfaro, exlegislador federal del PRD, al que designó como su asistidor durante el proceso legal.
