Más Información
En la entrevista que realizaron los investigadores de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, a Margarita María Ochoa de 72 años de edad revela los momentos de angustia que experimentó durante el secuestro, el asesinato de los hermanos Tirado y su esposo.
De acuerdo con “EL PAÍS” la declaración y su transcripción fue tomada por los investigadores la misma noche de su liberación, Margarita Ochoa menciona que hubo entre 8 y 10 personas implicadas.
En menos de 48 horas antes de su liberación,
José Enrique Tirado Díaz de León y Andrés Tirado Díaz de León, sufrió tocamientos de tipo sexual, tortura y descargas eléctricas.
Actualmente, son 5 personas detenidas, vinculadas a proceso y en prisión preventiva por el asesinato de la familia Tirado.
También lee ¿Qué papel juega Randy “N” en el asesinato de los hermanos Tirado y su tío?
Día del secuestro de Margarita y asesinato de los hermanos Tirado y su tío
A las 2 de la tarde, Azuher subió a pedirle al esposo de Margarita que moviera su auto debido a la falta de espacio que impedía que el técnico arreglara una lavadora adecuadamente.
Minutos más después, Azuher volvió a subir avisando a Margarita que José se había caído y se había lastimado la rodilla, pero al momento de salir la mujer encontró a su esposo atado, con la cara encintada y a un grupo de 8 a 10 personas con la cara cubierta, los cuales se abalanzaron sobre ella.
La familia fue amordazada , torturada con descargas eléctricas y cortaduras, vendada, amenazada con navaja al cuello.
También lee
El secuestro comenzó el viernes 16 de diciembre a las 2 de la tarde y finalizó el domingo 18, cuando la policía llegó a revisar la casa donde vivían.
Margarita relata que todo comenzó con amenazas y algunos cortes en el meñique y la planta del pie izquierdo, posteriormente fue llevada junto a su marido en otra habitación, él se encontraba tumbado en el suelo y a ella la postraron boca abajo en la cama.
Dos mujeres colocaron una navaja en su cuello y suministraron descargas eléctricas para que les dijera su información bancaria, y por lo menos en una de sus cuentas retiraron alrededor de 6 mil 900 pesos.
Los agresores también trataron de sacar información bancaria de los sobrinos, pero puesto que ellos no contaban con dinero, se escucharon ruidos más fuertes de agresión, además de algunas patadas, presuntamente se estaban defendiendo, además del sonido de alguien ahogándose.
También lee Diputados panistas exigen a Fiscalía capitalina avances sobre ataque a Ciro Gómez Leyva
También escuchó la voz de una mujer decir “este ya está muerto”, mientras alguien abría una bolsa de plástico y la arrastraba por el suelo, después cuando movieron a su esposo asegura seguía vivo, puesto que escuchó un quejido y posteriormente nada.
Margarita se quedó custodiada por un hombre, mientras que otro amenazaba con violarla para evitarlo, ella mencionó que no lo hiciera porque “podría ser su abuela”, el sujeto hizo caso omiso y procedió a tocarla sexualmente.
La mujer de 72 años logró desatarse, pero cuando trató de llegar a la azotea para pedir ayuda, los agresores la detuvieron, la ataron nuevamente y taparon su cabeza con una tela con la cual distorsionaba su vista, lo único que alcanzaba a distinguir eran luces de colores y proyecciones de figuras como Catrina, mientras era llevada a una bodega en la planta baja.
El domingo 18, Margarita se sentía deshidratada por lo cual pidió agua, los captores le dieron un vaso y unas rodajas de manzana, mientras que Blanca curaba sus heridas del pie izquierdo y dejó que se bañara, en ese momento la mujer descubrió que tenía una herida en el costado izquierdo del pecho.
Mientras se bañaba escuchó a Blanca decir que comenzaba a asustarse y quería deshacerse de las pruebas y que tenían problemas con los cuerpos. Una vez terminada la ducha volvieron a amarrarla en una silla de ruedas en el salón de la planta baja, horas más tarde apareció la policía, difundió "EL PAÍS".
¿Cómo vivían?
El domicilio era propiedad de los hermanos Ochoa , en el cual solo habitaba uno de ellos, pero falleció en mayo del año pasado, la fiscalía lo identificó con las iniciales C.G.O.A. Mientras vivía era cuidado por la enfermera Blanca Hilda Ábrego.
Al fallecer el hermano de Margarita, ella acudió al entierro desde Hermosillo a la Ciudad, en donde habló con un amigo y abogado de su hermano, quién le recomendó quedarse en la casa hasta que resolvieran la herencia, porque la enfermera tenía la intención de quedarse con la propiedad.
Al mudarse permitieron que la familia de la enfermera se quedará en lo que encontraban otro lugar donde vivir.
Los hermanos Tirado llegaron al inmueble en junio por la invitación de su tía para acompañarlos.
La casa ubicada en la calle Medellín 113, en la colonia Roma, en la alcaldía Cuauhtémoc, se dividía en dos. En la parte de arriba habitaban Margarita, su esposo y sus sobrinos; y en la parte de abajo Blanca Hila Ábrego.
Blanca era la enfermera del hermano fallecido de Margarita, la cual recibía 1 mil 800 a la semana y podía vivir en el domicilio con su hija Sally Mechaell Arenas, su yerno Azuher Lara, sus nietos Randy Arenas y un niño de 3 años, el cual se desconoce su identidad.
Origen de la disputa
La disputa por el domicilio inició en 2019, cuando el hermano de Margarita enfermó por primera vez, cuando Blanca solicitó a la mujer que firmara unos documentos donde la reconocían como la concubina de su hermano.
Blanca tenía la intención de cobrar pensión por “quedar viuda”, la mujer aceptó con la condición de que los firmaría hasta que su hermano falleciera, cuando esto ocurrió la enfermera afirmaba que su herencia era la casa.
Cuando Margarita acudió al banco para comprobar el título de propiedad, encontró que su hermano la había hecho acreedora de una cuenta con 2.700.000 pesos y que la enfermera había dispuesto del dinero de otra cuenta.
Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, planes para el fin de semana, Qatar 2022 y muchas opciones más.
asgs/cls