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El olor de la marihuana invadió gran parte de las avenidas Reforma e Insurgentes. Las inmediaciones del parque Luis Pasteur, afuera del Senado de República fueron ocupadas por más de 2 mil personas, mujeres, hombres, adultos de la tercera edad, rockeros, skateros, trajeados, hípsters y de todo que se concentró en ese punto para celebrar el Día Mundial de la Marihuana o el “4/20” que se convirtió en una fiesta en la que no faltó la música de reggae y, obviamente, la hierba verde.
Hubo quienes llegaban de manera discreta y se metían entre la multitud para prender un porro o toque, otros más sofisticados sacaban sus “vapeadores” y, sin problema alguno, también exhalaban el humo que poco a poco fue copando todo el lugar ante la mirada de testigos.
Nadie dijo nada para evitar problemas, ni la policía, pues a la distancia algunos uniformados vigilaban en coordinación con personal del Gobierno capitalino que se distinguían al portar un chaleco verde.
Ahí, afuera del Senado de la República la hierba se vendía como pan caliente; con olores y sabores diversos, promocionaban la híbrida, la de hidroponía, la Sativa y una gama de productos que eran el gusto de los asistentes, hasta la “original de Tepito”, se anunciaba. Los más sofisticados buscaban el líquido conocido como CBD, el cual aseguran sus vendedores ayuda a la ansiedad, el estrés y para soportar cualquier dolor.
“Esto es lo más nuevo, es el extracto de la marihuana, no es adictivo y tiene muchos beneficios. Es un aceite que sólo tiene lo bueno de la cannabis y lo pueden tomar hasta niños con cáncer o personas que sufren dolores crónicos, por eso estamos pelando para que este aceite de uso medicinal esté al alcance de todos, por eso quedemos que se legalice para obtener este aceite, le quita toda la sangre a la marihuana y ayudas a muchos”, comento Karen Mendieta, integrante del Movimiento Cannábico Mexicano.
Por el otro lado estaban los tradicionales: “esta madre es la chingona, directo de Tepito, papá, pero aquí la consigues sin meterte ahí al desmadre”, decía uno de los vendedores que ofrecía desde carrufos en 10 pesos hasta bolsitas de 50, 100 y 200 pesos, todo estaba guardado en una mochila y distribuía el enervante sin pudor alguno y aunque un policía lo vigilaba a distancia, nada podía hacer.
Mientras el reggae incrementaba y subía de tono, otros jóvenes hacían performances de break dance o beat box y alentaba al consumo de esa droga. “Hasta la victoria verde”, gritaban al unísono los asistentes, “marihuana legal, eleva la moral”, decían otros que llegaban del Monumento a la Revolución para integrarse al llamado Fumatón, que consistían en la resistencia pacífica en pro de la marihuana y encender todos un porro.
El festival se extendió hasta pasadas las 21:00 horas donde por seguridad se cerró por momentos el acceso de vehículos a la intersección de Insurgentes y Reforma. El olor a marihuana hizo olvidar a los más de 2 mil asistentes de la sana distancia, la pandemia ocasionada por el Covid-19. “se trata de reivindicar la marihuana, la gente cree que los marihuanas matamos, robamos, violamos, que no tenemos estudios y este tipo de cosas, nos han estigmatizado muy feo”.
En tanto, un grupo de ciclistas y cientos de jóvenes del Valle de Toluca rodaron, fumaron pipas y “gallos” y dijeron “¡hasta la victoria verde!”.