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El Gobierno de la Ciudad de México incorporará en los próximos meses el uso de Inteligencia Artificial (IA) para agilizar el procedimiento para obtener una manifestación de Impacto ambiental, además de mejorar el proceso para agilizar la entrega de permisos.
Al participar en el Segundo Foro Infraestructura, Medio Ambiente y Sustentabilidad, del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM 2025), el director general de evaluación de Impacto y Regulación ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente, Amado Ríos Valdez indicó:
“Tristemente seguimos viendo proyectos como se veían hace 30 años, en papelito, en expedientes, en planitos. Y hoy tenemos herramienta tecnológica para poder lanzarla de manera automática, rápida, inmediata, con inteligencia artificial, que permita que se haga más rápido, más eficiente, y que estemos, como debemos estar, a tiempo, en el momento preciso, no después de. Entonces sí, tenemos el reto de, en los siguientes meses, incorporar la inteligencia artificial. También tenemos que buscar la manera de generar procesos y trámites automáticos”, señaló. Con el tema “Presente y futuro de la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) en la Ciudad de México”, Amado Ríos Valdez expuso que la medida de impacto ambiental se ha convertido en un proceso burocrático-legal, social y político.
Explicó seis medidas que la CDMX se plantea en el futuro para ajustar sus procedimientos a los tiempos de la obra pública y con el objetivo de darle certidumbre ambiental a sus habitantes: autorregulación, para que quién realice la obra considere el impacto ambiental antes de iniciar trámites; eliminar trámites innecesarios, como el manejo de residuos cuando se trate de volúmenes reducidos; capacitar a la autoridad para regular de mejor manera, más eficiente y más rápida; incorporar la visión ambiental integral, incluyendo el enfoque social; actualizar la legislación para los siguientes 30 años, pues la actual tiene varios conceptos obsoletos; y utilizar las nuevas tecnologías como Inteligencia Artificial para automatizar procesos.
Indicó que en dos décadas, aún persiste que el impacto ambiental sea considerado como un asunto correctivo y no preventivo.
“Esta dinámica la hemos dejado que transite, 20 años para acá, y es gravísimo. Hemos permitido obras sin análisis de impacto ambiental, sin análisis previo, sin modificaciones, que acaban en un impacto ambiental grave para las comunidades. Entonces, el problema fundamental aquí es cómo transitamos de manera tal que el proyecto ambiental retome lo que era en un principio. Retome su base fundamental, que es ser un instrumento preventivo de planificación”, sostuvo.
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