Más Información
Sheinbaum evita polemizar con Salinas Pliego; confía en que se resuelvan adeudos fiscales por 35 mmdp contra sus empresas
Hallan cajas negras del avión de Azerbaijan Airlines siniestrado en Kazajistán; expertos brasileños participarán en descifrado
Una intervención del artista mexicano Pedro Friedeberg llenó de color las bóvedas del Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental, las cuales podrán admirarse desde el cielo al viajar por la línea 3 del Cablebús que está próxima a abrirse.
En la intervención artística llamada: “Sinfonía de la Vida: Geometrías del Universo”, el artista mexicano plasmó diversas figuras en los medallones de las bóvedas relacionadas con la biodiversidad de México, que representan símbolos como el sol naciente, las cadenas tróficas y los océanos.
Lee también Presentan libro sobre el primer voto de personas en prisión en CDMX
El Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental tuvo una remodelación y rehabilitación integral de sus instalaciones, con la finalidad de recuperar el espacio para el disfrute de quienes habitan y visitan la Ciudad de México.
Durante la remodelación también se rehabilitó la infraestructura de las bóvedas —construidas alrededor de los años 60—, y “como cereza del pastel la obra de uno de los grandes artistas de México: el maestro Pedro Friedeberg, que diseñó y donó a la Ciudad de México este arte, plasmado sobre las bóvedas, que va a poder ser observado desde los cielos y desde el Cablebús”, afirmó Marina Robles García, titular de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema).
Durante la inauguración de la intervención, Robles García destacó que el museo reúne la historia de la vida y que su remodelación y rehabilitación arquitectónica, realizada como parte del ‘Proyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura’, permite expresarle a las y los capitalinos que se trabajó por la construcción de un futuro sustentable.
“Nos convoca a saber que somos una misma cosa, que somos un mismo propósito, que arte y naturaleza tienen muchísimo sentido, en el propósito de la vida y en el propósito de la búsqueda de la felicidad. Tener reunido arte con propósito de conservación de la vida, en este espacio emblemático, es también un lujo y una esperanza”, agregó.
Lee también Trabajan a marchas forzadas en la estación Santa Fe del Interurbano
Por su parte, Alejandro Sordo, director de la Fundación Pedro Friedeberg, consideró que esta intervención artística es un hito para la Ciudad de México, que refleja un museo de calidad mundial.
“La primer bóveda se llama ‘Nexo de la Vida’ y tiene una referencia directa a nuestras culturas originarias de México, vinculada a la conexión de nuestras vidas; la segunda tiene relación con los aros del átomo que van formando la vida, y la tercera tiene una referencia directa con nuestros tejidos de Oaxaca. La parte de las cuatro bóvedas está vinculada a la biodiversidad, México es uno de los principales países que tiene biodiversidad en el mundo, está la parte de la expansión geométrica, el sol naciente, y tenemos otra bóveda que es el nudo de la vida, que representa las cadenas tróficas, y la última relacionada con los océanos”, precisó.
afcl