Este jueves, elementos de la Policía de Investigación (PDI), encabezados por agentes del Ministerio Público de la Fiscalía para la Investigación de los Delitos Cometidos por Servidores Públicos, catearon tres domicilios que presuntamente pertenecían a Julio César Serna, exjefe de gabinete de Miguel Ángel Mancera, en las alcaldías Benito Juárez y Magdalena Contreras.
El primer cateo se realizó en la calle Dakota y Carolina número 409, en un conjunto de edificios de tres niveles. Los policías ingresaron al departamento 102, señalado como parte de los inmuebles propiedad de Serna. El segundo domicilio estaba ubicado entre las calles Chicago y Altadena, ambos en Benito Juárez.
En la colonia San Jerónimo Lídice, en Magdalena Contreras, los investigadores arribaron a un inmueble sobre la calle Santiago número 139, un domicilio con varias casas y que se encontraba habitado por arrendatarios.
En conferencia el vocero de la Fiscalía General de Justicia (FGJ), Ulises Lara, confirmó que los inmuebles cateados son propiedad de Julio César Serna, actualmente preso en el Reclusorio Norte, investigado por el delito de enriquecimiento ilícito durante su gestión como administrador de la Central de Abasto, y uno de los exfuncionarios cercanos a Miguel Ángel Mancera.
Aunque no hubo detenidos, reveló que en uno de los domicilios vivía la exesposa del exfuncionario, otro era rentado y el tercero estaba deshabitado.
Se sabe que de esos lugares los agentes se llevaron documentación, computadoras y archivos en USB en los que aparentemente se guarda “información sensible” sobre cuentas bancarias, otras propiedades adquiridas de manera irregular con el dinero desfalcado al erario, presuntos prestanombres y razones sociales de empresas que sirvieron de fachada para blanquear el efectivo.
Esto fue posible gracias a la información proporcionada por otro exservidor procesado por el mismo delito, Miguel Ángel “N”, quien se apegó al beneficio de ser un testigo protegido de la dependencia y a cambio de continuar con su sentencia en libertad, aportó datos que derivaron en la detención de Serna y los cateos.
Aunque las viviendas no estaban a su nombre, la fiscalía obtuvo la orden de un juez, luego de comprobarse que las propiedades fueron asignadas a prestanombres; de los departamentos consignaron objetos de alto valor monetario, supuestamente adquiridos con dinero irregular.
La FGJ busca acreditar —durante seis meses, tiempo que dio el juez para aportar pruebas— que nueve departamentos, vehículos de colección, obras de arte, joyas y otros artículos se compraron en el tiempo que los “hermanos Serna” fueron los hombres de confianza de Mancera.