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Toluca, Méx.— El feminicida de Toluca, Óscar García Guzmán, únicamente tiene dos sentencias de cinco causas abiertas, una de ellas es por violación y la otra por feminicidio. Además, enfrenta tres procesos penales por feminicidio y uno más por el homicidio de un hombre en Xonacatlán.
Este hombre fue aprehendido luego de que la familia de su última víctima denunció que habría capturado dentro de su casa, en Villas Santín, en Toluca, a una mujer estudiante de sicología.
Tras dos años de estar recluido en el Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Tenango del Valle, en el Estado de México, al llamado Monstruo de Santín le van sumando condenas, que hasta hoy ascienden a más de 90 años de prisión.
Este hombre fue detenido el día 6 de diciembre de 2019, en la avenida de Los Maestros, en la colonia Casco de Santo Tomás, en la Ciudad de México, en una movilización en la que participaron elementos de varias áreas de la fiscalía. Posteriormente este individuo fue ingresado al Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Tenango del Valle.
Su persecución inició cuando los papás de Jessica la reportaron como desaparecida, el 24 de octubre de 2019, tras acudir a la Universidad Tecnológica (Unitec) campus Toluca.
Sus padres dieron con la ubicación del celular de la víctima, y pese a que acudieron a la Fiscalía General de Justicia (FGJEM) mexiquense para señalar la ubicación, fueron ignorados.
Una ministerio público se entrevistó con el feminicida en las oficinas, donde rechazó haber visto a su compañera de escuela. Horas más tarde, con una orden de cateo, ingresaron a su domicilio y la hallaron muerta.
Es por este caso que recibió la primera condena por feminicidio, con una penalidad de hasta 62 años y seis meses de prisión.
En la vivienda, las autoridades encontraron además los restos de otras víctimas: Adriana González Hernández, de 27 años; y Martha Patricia Nava Sotelo, de 25.
Sin embargo, no fue localizado el cuerpo del padre de una de las víctimas, que de acuerdo con el feminicida, también asesinó, pero cuyos restos arrojó a una barranca.
La otra sentencia que le fue dictada fue por violación, pues en septiembre de 2018, Óscar invitó a su compañera de universidad a su casa, donde le cubrió los ojos y con golpes en el pecho, cabeza y rostro, la obligó a ingerir una bebida que la adormeció, para luego violarla. Al despertar, amenazó a la joven con asesinarla si contaba lo ocurrido. Por este delito fue sentenciado a 12 años y seis meses de prisión.
