Ante las reubicaciones de los campamentos para el consumo tolerado de la marihuana, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), Nashieli Ramírez, consideró que esta coyuntura es una oportunidad para sacar adelante los pendientes en la regulación de la cannabis.
En entrevista con EL UNIVERSAL, expuso que ante la problemática por el rechazo de vecinos por el traslado de puntos 420 y el derecho de los consumidores al desarrollo de la libre personalidad y un uso lúdico, se debe reglamentar.
“Tenemos una buena oportunidad de regresar a los pendientes que tenemos. ¿Qué tenemos? Tenemos un país y una ciudad donde está despenalizado el consumo, eso está claro. ¿Qué paso tendríamos que dar para evitar la conflictividad, no nada más en la que estamos viviendo ahorita, sino en general? Pues necesitamos pasar a la reglamentación, ¿y qué crees? Pues no hay reglamentación”.
Luego de la reubicación de tres de los campamentos 420 de la Ciudad de México: el de la Plaza de la Información, Estela de Luz y el de afuera del Museo Memoria y Tolerancia, algunos vecinos manifestaron su rechazo a que se instalen puntos para consumo de marihuana cerca de sus casas y de escuelas.
En este contexto, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos exhortó al Poder Legislativo capitalino a que emprenda el trabajo de regulación y reglamentación en consumo de marihuana.
“La reglamentación serviría a todos. Serviría hasta para que exactamente el consumo no se convierta en algo problemático, por ejemplo, para apoyo a protección civil, para limitar que son espacios de consumo y no de venta y todo lo demás”, afirmó.
Ramírez Hernández tomó como ejemplo casos de otros países sobre la regulación del consumo de la marihuana y así tener establecido en la ley temas como edad para el consumo, monto de consumo, horarios para fumar, etcétera.
Recordó que en otros países no se trata de zonas toleradas, sino de espacios tipos clubes o cafeterías operadas por cooperativas.
“En otros países esta regulación se da sobre cooperativas, hasta muchas veces de espacios privados que hacen y tienen esta parte del consumo. En otros países donde está despenalizada la venta, en cierta cantidad, o en algunos estados en Estados Unidos, como California o Nueva York, donde está despenalizada la venta en cierta cantidad, aquí no la tenemos, pero estos espacios pueden ser sólo de consumo”, indicó.
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Luego de la reubicación de los puntos cannábicos y protestas de vecinos registradas el martes de esta semana, la presidenta habló de la necesidad de no criminalizar el consumo libre de la marihuana, así como tampoco otros usos.
“Ni el uso problemático debe criminalizarse, debe atenderse porque es un asunto de salud pública”, dijo.
Comentó que además de la defensa por el derecho al libre desarrollo de la personalidad, la regulación del consumo de la marihuana ayudaría a atender el problema de salud pública y de seguridad, el cual afecta principalmente a la población joven.
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“Tenemos un grupo de población altamente vulnerable, generalmente joven, que está teniendo un consumo problemático, y hablo sólo de marihuana, no de otras sustancias, y ahí tendríamos que estar trabajando”.
Desde que el primer plantón de consumidores de cannabis se instaló afuera del edificio del Senado de la República, la CDHCM ha seguido el proceso de los puntos 420, incluso se han registrado quejas ante el organismo.
Ramírez Hernández recordó que “no eran quejas que tenían que ver con el consumo en sí, sino lo que implica un campamento”.
La estancia en la calle del primer campamento cannábico afuera del Senado molestó más a los transeúntes que las causas de fondo del plantón o el que se consumiera marihuana en la vía pública en una zona como Paseo de la Reforma.
Tras la expansión de los puntos cannábicos o 420, la Comisión de Derechos Humanos local no ha recibido quejas, ni por parte de los consumidores, como de los vecinos de los campamentos recién reubicados.