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En entrevista con EL UNIVERSAL, académicos e investigadores definieron la gentrificación como un fenómeno que transforma los barrios y desplaza a comunidades.
De acuerdo con el investigador Adrián Hernández, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el concepto de gentrificación nació en el Reino Unido en los años 60.
En la Ciudad de México, el proceso comenzó a tomar fuerza en la década de los 90 con un proyecto urbano impulsado por el entonces regente Manuel Camacho Solís, quien priorizó cuatro zonas estratégicas: Polanco, Santa Fe, Xochimilco y la Alameda Central.
“Estas áreas se vieron como espacios con alto potencial económico tras haber sido desvalorizadas por fenómenos como el sismo de 1985. Es un fenómeno complejo, con raíces profundas y consecuencias desiguales, que van desde el aumento del valor del suelo hasta el desplazamiento de poblaciones trabajadoras”, comentó Hernández.
Saúl Alcántara, profesor de la UAM Azcapotzalco y miembro de la Academia de Cultura Mexicana, dijo que “la gentrificación es que llegue gente nueva a zonas por su calidad de vida, sus parques, su historia. Pero si a quienes ya viven allí no se les protege con estímulos o apoyo para conservar sus viviendas, el proceso se vuelve excluyente”.
Eduardo Aguilar, gerente de Proyectos Urbanos del Centro para el Futuro de las Ciudades del Tecnológico de Monterrey, señaló que la gentrificación “ocurre cuando zonas tradicionalmente habitadas por sectores populares o clases medias bajas comienzan a ser ocupadas por personas con mayores ingresos. Esto provoca un incremento en el valor del suelo, las rentas y el desplazamiento de los habitantes originales”, a lo que se suma la llegada de nómadas digitales.