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Toluca, Méx.—Desde hace seis años, Ana Karen Montes de Oca García y su mamá Lourdes Karina García Hernández, inauguraron el Hospital para Libretas, al que llegan los artículos escolares que ya fueron utilizados en alguna ocasión, pero que con una breve “cirugía” servirán a familias que no tienen recursos para enfrentar el gasto que implica el regreso a clases.
Con esta ayuda han contribuido a que sigan sus estudios más de 5 mil niños e incluso adultos, pues estos útiles renovados también han llegan a mujeres que están concluyendo la educación básica.
Se trata de libretas renovadas, hechas con las hojas sobrantes de un cuaderno que quedó a la mitad o colores a los que con una arregladita le pueden dar una nueva vida.
Mochilas, colores, sobres, tijeras o juegos geométricos en buen estado, también son enchulados para que otros estudiantes puedan utilizarlos y continuar sus estudios.
En su casa, ubicada en la capital del Estado de México, almacenan todo tipo de útiles y libros escolares con las condiciones necesarias para recuperar la vida y convertirse en la nueva libreta de tareas.
“La cara de alegría de padres y niños no tiene precio, nos agradecen el esfuerzo y muchos de los papás nos dicen que no tenían posibilidades para comprar libretas o libros de la SEP, que si bien son gratuitos, en algunos casos los padres no alcanzan a obtener, pues sus hijos están en el hospital recibiendo un tratamiento”, dijo Lourdes Karina.
Señaló que esta labor ha sido gratificante como familia, pues saben lo que significa el gasto para cubrir las listas de útiles, uniformes, inscripción y otros pagos más que llegan con el inicio del ciclo escolar.
Previo al reingreso de las niñas y niños a la escuela están abiertas a recibir material, para darle una nueva cara y entregarlo a quien lo requiera.
“No están para saberlo, pero mi hija lleva como seis años con su misma mochila de carrito, ya va a la preparatoria y la sigue conservando, pues a veces se necesita el dinero para la renta, comida, el gasto diario.
“La situación ahorita es muy difícil, pero por ejemplo el gasto en útiles en este momento varía de 400 a mil pesos, solo para la lista de útiles, sin uniformes, ni inscripción”, comentó.
Lourdes dijo que siendo mamá, la acción que realiza le deja sentimientos encontrados porque muchas veces las mamás quieren tener la solvencia económica para comprar todo nuevo, pero cuando apenas y se logró pagar las cuotas escolares, la realidad es que muchas se sienten agradecidas de que sus hijos puedan aprovechar útiles que salen del Hospital de Libretas.
El proceso de “cirugía”
Con las hojas de colores y cartulinas usadas por un lado forran las libretas, para que los niños tengan un cuaderno bonito. A la par, “el planeta agradece un poquito de ayuda, reciclando, porque si bien no hacemos un cambio dramático, es posible que contribuyamos”.
Para reciclar el material, explicó Karen, primero reciben las libretas, le retiran las hojas inservibles y separan las limpias, después juntan libretas que se parezcan, pues varía el espiral, el tamaño del cuadro la forma de las rayas, para agrupar y clasificar. Procuran ponerle entre 80 y 90 hojas, pues es difícil alcanzar las 100 porque meterlas al espiral es la parte más compleja.
Algunas personas llegan a pedir libretas de 200 hojas, y de ser el caso lo intentan. Después le colocan las pastas, dejan las que tienen con las mejores condiciones, si cuentan con espirales para todas, le ponen uno, de lo contrario las cosen.
“Antes las cosíamos todas, pero era mucho trabajo. Como nosotras no tenemos automóvil, pedimos apoyo una vez para entregar las libretas a una señora que estaba en Lerma. Pero a ese niño que ayudamos, lo seguimos viendo porque luego nos mandan fotos de que salió en el cuadro de honor y eso nos emociona mucho”, relató Karen.
Después arman paquetes, algunos incluso con libros para poder apoyar a quienes lo necesitan, además procuran dar seguimiento a quienes ayudaron para saber cómo les ha ido.
También han recibido donativos de escuelas privadas de hasta 200 o 300 libretas que los alumnos ya no recogieron y que llegan al mismo número de niños.
Para contactar a Ana Karen y Lourdes se puede hacer a través de Facebook, Twitter, Instagram, donde se encuentran como Banco Hospital de Libretas. El llamado, dijo Karen, es para que la gente aporte lo que pueda, para ayudar a estudiantes de escasos recursos.