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Atizapán, Mex.— Martha limpiaba las oficinas del Consejo de Participación Ciudadana (Copaci), a cambio, el presunto feminicida serial Andrés “M” la apoyaba con despensas que gestionaba como autoridad auxiliar, pero ella desapareció sin dejar rastro.
“Ella tenía contacto con el señor Andrés y por eso no quisimos descartar que le pudo haber hecho algo a Martha. El señor fue presidente de la colonia y ayudaba a la gente, daba despensas y le llegó a ayudar económicamente, le ofrecía trabajo de limpieza en las oficinitas donde él entregaba las despensas”, narró una familiar.
Ese día, su hijo mayor, entonces de 15 años, le marcó dos veces, y en la segunda llamada le dijo que estaba en la vecina colonia Villas de la Hacienda; pero en el tercer intento, su número mandó directo a buzón. Ahí inició la angustia que ya rebasó los tres años.
Su esposo y tres pequeños acudieron a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) a denunciar su ausencia, pero aseguran que no hubo investigaciones.
Por su cuenta, difundieron la ficha de búsqueda en las redes sociales con la esperanza de encontrarla con vida. Los suyos recuerdan a Martha como una mujer trabajadora y noble, buena madre, que adoraba a sus hijos y que siempre estuvo pendiente de que no les faltara nada.
Fue hasta que se enteraron de la detención de Andrés “M” que comenzaron a atar cabos y no quisieron descartar la posibilidad de que entre sus víctimas se encuentre Martha, quien tenía 33 años al desaparecer.
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Aunque aún guardan esperanzas de hallarla con vida, su familia acudió al MP en Barrientos, donde les tomaron muestras para un estudio de ADN y les pidieron esperar.
En tanto, la Secretaría de Seguridad estatal informó que tras un intento de ataque realizaron reos en contra de Andrés “M”, fue tras- ladado al Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Tenango del Valle. La dependencia informó que el cambio de penal fue exclusivamente preventivo.
La decisión se tomó con base en distintos estándares como edad, tipo de delito y su situación legal actual de procesado, motivo por el cual fue uniformado y rapado, acorde al reglamento; en tanto, al igual que el resto de la población, tendrá derecho al uso de teléfono, acceso a abogados, apoyo familiar, entre otros, y deberá cumplir el régimen de disciplina del penal.
