Misael, una pérdida que le duele a la comunidad

Con flores blancas, rezos y la compañía de amigos, compañeros de trabajo y vecinos, fue despedido en su domicilio de la colonia Xalpa, en Iztapalapa, Misael Cano Rodríguez, trabajador de limpia y obras de la alcaldía, víctima de la en el , sobre calzada Ignacio Zaragoza.

La fachada azul con amarillo de su casa se convirtió en escenario de despedida. Una carpa con sillas fue instalada frente al domicilio, donde se ofició una misa de cuerpo presente. El ataúd, rodeado de coronas florales y acompañado por fotografías, permaneció al centro.

El miércoles, Misael viajaba junto con su hija Estefany rumbo a Los Reyes La Paz para recoger un conjunto de ropa que sería un regalo. El recorrido, sin embargo, quedó marcado por la tragedia. Él perdió la vida en el lugar, y su hija fue trasladada a un hospital, donde permanece bajo atención médica.

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Misael Cano Rodríguez era trabajador de limpia de la alcaldía; iba a Los Reyes La Paz a recoger un regalo cuando explotó la pipa. Foto: Valente Rosas / EL UNIVERSAL
Misael Cano Rodríguez era trabajador de limpia de la alcaldía; iba a Los Reyes La Paz a recoger un regalo cuando explotó la pipa. Foto: Valente Rosas / EL UNIVERSAL

“Fue una odisea dar con el paradero de mi hermano y de mi sobrina. En medio de la confusión no sabíamos dónde estaban, y ese tiempo se volvió eterno, lleno de dolor y desesperación. Ahora lo único que nos queda es recordarlo con cariño”, dijo Lenin, hermano del fallecido.

“Misael siempre fue un hombre trabajador, todos aquí lo conocíamos. Ayudaba a cualquiera que lo necesitara y por eso hoy estamos acompañando a su familia. Es una pérdida que duele a todos en la comunidad”, expresó la señora Rosa María, amiga cercana de la familia.

Compañeros de trabajo de la alcaldía acudieron igualmente al velorio, algunos aún con uniforme, quienes colocaron un arreglo floral en nombre de la plantilla de limpia y obras.

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Eduardo Noé García era profesor de Matemáticas en la secundaria número 53; la tarde del accidente se dirigía a su casa. Foto: Juan Carlos Williams / EL UNIVERSAL
Eduardo Noé García era profesor de Matemáticas en la secundaria número 53; la tarde del accidente se dirigía a su casa. Foto: Juan Carlos Williams / EL UNIVERSAL

“Gracias por enseñarnos más que números”

Con flores blancas, veladoras encendidas, cartulinas de colores y un aplauso colectivo que estremeció la tarde, alumnos y exalumnos de la secundaria número 53 Adolfo López Mateos, ubicada en la colonia Santa Cruz Meyehualco, rindieron homenaje al profesor Eduardo Noé García, una de las víctimas mortales de la volcadura y explosión de una pipa de gas en el Puente de la Concordia, alcaldía Iztapalapa.

La fachada del plantel se transformó en un altar improvisado. En las rejas se colgaron mensajes escritos con plumones de colores: “Gracias por tus enseñanzas”, “Nunca olvidaremos tu sonrisa”, “Los buenos maestros nunca mueren”. También se colocaron fotografías del maestro de matemáticas, rodeadas de flores y velas.

“Él siempre tenía una sonrisa para todos, aunque se tratara de matemáticas, una materia difícil para muchos. Era amable, carismático y nunca dejaba a nadie atrás”, expresó Anthony, exalumno del profesor, mientras sostenía una cartulina con la frase: “Gracias por enseñarnos más que números”.

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El ambiente se dividió entre el silencio solemne y las porras de los estudiantes.

“Era un maestro que no solo enseñaba, sino que inspiraba. Para muchos de nuestros hijos fue ejemplo de esfuerzo y disciplina”, dijo Claudia, madre de un estudiante de tercer grado.

“Era alguien que creía en los jóvenes, que los alentaba a seguir estudiando, incluso cuando había problemas en casa”, mencionó un padre visiblemente conmovido.

En la entrada principal del plantel fue colocada una manta blanca con letras negras: “Siempre estarás en nuestros corazones, maestro Eduardo”.

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Vecinos y allegados a las víctimas de la explosión decidieron llevar flores, veladoras y fotografías a la glorieta. Foto: Hugo Salvador / EL UNIVERSAL
Vecinos y allegados a las víctimas de la explosión decidieron llevar flores, veladoras y fotografías a la glorieta. Foto: Hugo Salvador / EL UNIVERSAL

La glorieta con árbol quemado, el memorial

Una glorieta rodeada de pasto, con un árbol al centro que ahora está quemado de su tronco y ramas por las llamas que lo alcanzaron también, a unos metros de distancia de donde cayó la pipa que explotó en el Puente de la Concordia el miércoles, se ha convertido en el memorial de las personas que han perdido la vida por el trágico accidente.

Los propios vecinos decidieron que fuera en ese punto, no las autoridades, a donde han acudido a llevar flores, veladoras y hasta fotografías de las víctimas fatales del siniestro que estremeció a la zona oriente del Valle de México.

Dos alumnos de Eduardo Noé García Morales, profesor de la Preparatoria Oficial 327 de Los Reyes La Paz, una de las personas que perdió la vida por la explosión, llegaron ayer a dejarle un ramo de flores y colocaron una fotografía de él; ese día viajaba en su auto y quedó atrapado entre el fuego y luego murió por la gravedad de las quemaduras que sufrió.

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“En Morse lamentamos profundamente el fallecimiento de nuestro amigo profesor Eduardo Noé García Morales. Enviamos un abrazo de fuerza y resiliencia a toda su familia y seres queridos”, dice el mensaje escrito en la fotografía.

Los dos jóvenes procedentes del municipio mexiquense llegaron en transporte público y caminaron hacia la zona donde los vecinos ya habían llevado por la mañana cinco veladoras, mismas que colocaron bajo el árbol quemado.

Minutos después, arribaron otros vecinos a dejar veladoras al mismo punto. Con lágrimas y muy acongojados se acercaron al árbol para mostrar sus condolencias por los que han muerto por el accidente.

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Ciudadanos llegaron al hospital Magdalena de las Salinas a regalar comida, aguas y productos de higiene personal. Foto: Carlos Mejía / EL UNIVERSAL
Ciudadanos llegaron al hospital Magdalena de las Salinas a regalar comida, aguas y productos de higiene personal. Foto: Carlos Mejía / EL UNIVERSAL

Muestran solidaridad con comida y cobijas

Hasta los hospitales donde están las víctimas de la explosión de una pipa de gas en el Puente de la Concordía, alcaldía Iztapalapa, llegaron decenas de personas con alimentos, bebidas y cobijas, como muestras de solidaridad y apoyo.

Al hospital Regional General Ignacio Zaragoza, llegó la señora Reyna, quien hace unos años vivió la angustia de tener un paciente internado por quemaduras, luego de que su hijo pequeño murió por esta causa.

“Al final de cuentas el dolor de tener una persona en esas circunstancias y luego a veces no tenemos la solvencia económica, ya la ayuda es demasiado. Nadie se lo espera”, dijo.

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Algunas acudieron con carteles que les recordaban que en esta tragedia no están solos. “Su dolor yo también lo siento, pronto estarán en casita”, se leía en una cartulina.

Al Hospital Magdalena de las Salinas la ayuda llegó desde las primeras horas de la mañana y no se detuvo. Tortas, sandwiches, guisados, arroz, galletas, pan dulce, café y aguas frescas se repartieron.

"No son nuestra familia pero sí se siente muy feo la verdad, fue una tristeza muy grande por lo que se está pasando ahorita", expresó Dasy, quien llevó agua fresca y guisados.

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Alumnos de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza acudieron al Hospital Doctor Rubén Leñero para entregar aguas, comida y fruta a quienes esperan a sus familiares.

“Nos motivó a venir la solidaridad, empatizar con la situación y hacer un llamado a ser parte del apoyo de la comunidad que se vio afectada”, dijo César, alumno de ingeniería.

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