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Otumba, Méx.- En Otumba ven un burro y se les antoja el viaje, porque saben que entre menos burros más olotes.
Es el único lugar en el mundo donde cada 1 de mayo rinden homenaje a los animales de carga. Es una de las festividades más sui generis en todo el globo terráqueo.
Los otros 364 días del año los borricos son utilizados para las labores del campo de sus dueños, pero el Día del Trabajo es dedicado para venerarlos.
Después de dos años de no realizarse por la pandemia de Covid-19 , este domingo se llevó a cabo 57 edición de la Feria Nacional del Burro , a la que asistieron miles de visitantes procedentes de varios lugares del país.
En la tradicional festividad se efectuaron diversas actividades, entre ellas el polo en burro, carreras, concurso de disfraces y rebuznos en los que el actor principal es el animal que está en peligro de exhibición en la República mexicana.
Lo que más atrae la atención del público que se reúne en el “Burródromo”, espacio creado ex profeso para la festividad, es el certamen de disfraces en el que la creatividad de los propietarios de los jumentos se desborda para ataviarlos con sus mejores galas.
Este año fueron 25 borricos los que fueron inscritos para llevarse tratar de ganar el concurso que organizó el patronato otumbense.
Los aplausos de un público ávido de este tipo de experiencias que llenó las gradas del recinto, premiaron a los atuendos más originales.
“El burro apache” fue el triunfador esta vez. Las ovaciones de los asistentes así lo determinaron. “El burro tlachiquero”, ocupó el segundo sitio y aunque sus dueños distribuyeron pulque entre los espectadores no fue suficiente para alzarse con la victoria.
“El burro piñata” fue elegido por el aplausómetro popular como el tercer menor disfraz del día. Otros atuendos que no resultaron premiados, pero que recibieron el reconocimiento de la concurrencia fue el del “Burro Capitán América”, “El Burro Adame”, en referencia al actor de televisión, que provocó risas entre los presentes.
“El Burro chelero”, “El burro recolector de basura”, “El burro arriero”, “El burro catrín”, “El burro Harry Potter”, “El burro maestra Canuta” y “El burro La India María”, entre otros.
La cancelación del evento en el 2020 y 2021 por el Covid-19 provocaron más interés este año de miles de personas, por lo que la autopista Pirámides-Tulancingo registró carga vehicular intensa para llegar al municipio de Otumba.
Otra de las razones por las que asistieron de manera masiva los visitantes fue que los organizadores decidieron no cobrar la entrada al “ Burródromo ” para incentivar la economía del municipio y de la región este primer domingo de mayo.
La Feria del Burro surgió en 1965, por iniciativa de un grupo de habitantes de Otumba que se percataron que el municipio, geográficamente, se encuentra en un área en la que en la Colonia era punto de encuentro de intercambios comerciales, a través de un relevo de burros, con productos que iban de la Villa Veracruz a la Ciudad de México.
El burro está en peligro de extinción en esta región del Estado de México. Según Germán Flores Souza, creador de “Burrolandia”, un santuario para la preservación del asno que es el único que existe en Latinoamérica.
Según sus estimaciones, en la zona nororiente de la entidad quedan alrededor de 200. El burro es el símbolo de identidad de los otumbenses. Y lo aseguran porque tienen los pelos de la burra en la mano.
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