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emilio.fernandez@eluniversal.com.mx
San Salvador Atenco, Méx.— Luego de que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador canceló la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco, los ejidatarios que se opusieron al proyecto demandaron a la Federación la restitución de aproximadamente 2 mil hectáreas de tierras que les fueron despojadas o compradas con engaños y que formaban parte de las obras de la terminal aérea.
El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), movimiento campesino que se creó desde el sexenio del expresidente Vicente Fox para oponerse a la realización del aeródromo, expuso que la devolución de las parcelas se planteó durante las mesas de diálogo que se efectúan con las autoridades federales, entre ellas la Secretaría de Gobernación, para determinar el programa de restauración que ocasionó la edificación del NAIM en esa región del Valle de México.
“Queremos que esas tierras sean devueltas, ya lo planteamos al gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Si el aeropuerto estaba cimentado en la corrupción, esa venta de tierras fue corrupción, incluso en las obras complementarias; así que esas tierras nos las tienen que devolver”, expresó María Trinidad Ramírez, dirigente del FPDT.
La líder de la agrupación campesina criticó a la administración del expresidente Enrique Peña Nieto porque cuando anunció la realización del proyecto aeroportuario en Texcoco prometió que no se utilizarían tierras de los campesinos que no estuvieran de acuerdo con las obras.
“Claro que tocó nuestras tierras y no lo hizo público porque no le convenía y tuvo que hacerlo por debajo del agua y valerse de comisariados y presidentes corruptos. Muchas de nuestras tierras nos fueron despojadas y quedaron dentro del polígono del aeropuerto y otras despojadas para las obras complementarias”, denunció.
Del ejido de San Salvador Atenco son más de 500 hectáreas cultivables de los parajes de Xalapango y El Paraíso que se emplearon de manera ilegal para la construcción de la barda perimetral y parte de la autopista Pirámides-Texcoco, carretera de peaje que aún no se ha concluido, dijo Adán Espinoza, otro de los dirigentes del FPDT.
Afirmaron que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) compró 320 hectáreas de uso común en el núcleo ejidal Nexquipayac, y se las entregó a Grupo Aeroportuario y luego a las empresas y funcionarios. Hubo quien se prestó en hacer la venta y engañar a la gente”, comentó María Trinidad Ramírez.