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Tlalnepantla, Méx.- Un grupo de vecinos de la zona oriente de Tlalnepantla se manifestó frente al hospital de especialidades que tiene ocho años sin concluirse y exigieron a las autoridades federales que el proyecto sea terminado porque por la pandemia generada por el Covid-19 no hay espacios suficientes para atender a los pacientes de la región.
A la protesta acudió también el legislador local morenista, Max Correa, quien propuso utilizar recursos del Instituto para devolver al pueblo lo robado para concluir el inmueble y ponerlo en funcionamiento, en caso de que no alcance el presupuesto federal 2021 .
Durante la manifestación que efectuaron residentes de colonias de Tlalnepantla, así como miembros de los consejos de participación ciudadana al recinto que se encuentra en la colonia Jorge Jiménez Cantú (Caracoles), el congresista de Morena expresó que los 700 millones de pesos que hacen falta para terminar el proyecto no deben salir solo de los impuestos que paga la población, sino “también de lo que se ha confiscado a los corruptos que gobernaron México”.
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“La corrupción de los gobiernos federales del PRI y PAN impidieron que este hospital fuera concluido. Ahora que es parte del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) estamos seguros que el presidente Andrés Manuel López Obrador va a voltear a escuchar la voz de los vecinos, y seguramente presupuestará lo necesario para que en el 2021 entre en funcionamiento y atienda a más de 300 mil personas de la zona oriente de Tlalnepantla y de todo el Estado de México”, comentó.
Max Correa se comprometió junto con su compañero de bancada, Gabriel Gutiérrez Cureño, a proponer un punto de acuerdo para que el Congreso del Estado de México realice un recordatorio al Insabi para que retome la construcción de este hospital.
María Dolores Burgos, una de las vecinas que participó en la protesta dijo que sus peticiones “no son caprichos, sino una necesidad muy grande porque estamos en un momento de pandemia, y si este hospital estuviera funcionando no tendríamos que correr a la Ciudad de México a solicitar servicios médicos”, denunció.
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A la manifestación llegó la niña Kenia acompañada de su madre, quien expuso que debido a que no existen servicios médicos especializados en esta zona de la entidad mexiquense, tiene que trasladarse al hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Legaria, ubicado en la Ciudad de México, para ser atendida de su mal formación de venas y arterias en la cabeza.
Desde hace seis meses, ella y su hija se trasladan diariamente en transporte público al hospital, lo que consideró de gran riesgo porque son más susceptibles a contraer el Covid-19.
Los inconformes urgieron a la Federación a que concluya la construcción y equipamiento del hospital lo antes posible.
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