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emilio.fernandez@eluniversal.com.mx
Esperaban que el nivel del agua subiera menos de medio metro en su domicilio, pero su cálculo falló.
Eran las 20 horas del miércoles pasado cuando llegó el invitado indeseado, el que no toca las puertas y se introduce a todos los rincones de la casa.
En cuestión de minutos —segundos, dijeron algunos habitantes de la colonia Ampliación San Miguel Xalostoc— las aguas negras del Gran Canal, a menos de 20 metros de sus hogares, entró en caudal a todos los rincones de sus viviendas.
Agua subió más de lo esperado. El medio metro estimado se convirtió en metro y medio de altura. La velocidad con la que se metieron las aguas residuales les impidió poner a salvo sus pertenencias.
“‘Prepárate porque nos vamos inundar’, me dijo mi hermano. Empezamos a escombrar las cosas de abajo, pues unos 50 centímetros que suba pensé, pero al rato que entra mi cuñada y dice ‘se está desbordando el canal’.
“Esa parte donde está el cárcamo era un río; en cuestión de segundos se llenó de agua la casa, lo que pudimos subimos, papeles importantes, pero de ahí en fuera todo se perdió”, contó Fabiola, una vecina que vive enfrente de donde se registró la ruptura de 15 metros en la pared del Gran Canal.
En esas arterias fueron apilados muebles, colchones y enseres domésticos que se echaron a perder. Montañas y montañas de aparatos se veían en cada esquina.
Los vecinos de esta zona no durmieron durante la última noche y no lo harán las próximas en sus camas porque sus colchones están en el basurero.