Diana Angélica Castañeda Fuentes era una adolescente de 14 años que desapareció entre los municipios de Ecatepec y Tecámac en septiembre de 2013.
En febrero de 2014, su torso, cabeza y pies fueron hallados en bolsas de basura, sepultadas en agua del Río de los Remedios.
A Diana la mataron a golpes, cortaron su cuerpo y lo arrojaron en bolsas de basura y de rafia blanca al Río de los Remedios.
Hace unos días, su madre, María Eugenia Fuentes, escribió en su muro de Facebook: “Hace tiempo quería escribir esto y aún no sé cómo comenzar... Pero ahí va. Cuando localizaron los restos de mi hija Diana Angélica, también sacaron otro torso... Esto fue en el dragado del canal, en el municipio de Tecámac. Esto fue en febrero de 2014.
“El día que se hizo la exhumación también salió el torso de otra pequeña. ¿Quién era? Aún no se sabe. Se envió a Estados Unidos parte del torso de Diana y del otro torso. Ya hay un ADN, pero no hay quién reclame, o tampoco una ficha de denuncia”.
Esta casa editorial detalló que el sabado 4 de octubre fue localizado el cuerpo de una menor desaparecida. http://eluni.mx/2Fg6kxF
María Eugenia también precisa: “Ese otro torso es de una chica que fue muerta de la misma manera que mi hija, y el mismo día. Son idénticas las muertes”.
Y agrega: “Si tú no sabes dónde está tu hija, que un día ya no volvió, y crees que se fue con el novio o se fue por otro motivo y no denunciaste, podría ser este otro torso.
“Por favor, se necesita dar con la identidad de esta otra pequeña que fue víctima de los mismos que mataron a mi hija. La edad aproximada puede tener error, pero la genética no”.
Hay que recordar que los restos de Diana fueron recuperados a partir de un busqueda especial que se hizo en el Río de los Remedios durante varios meses, y que cubrió aquel canal, desde la altura de la Curva del Diablo, hasta casi llegar a Ojo de Agua. Esto se hizo público en octubre de 2013.
EL UNIVERSA
L en su edición digital del 27 de febrero del 2015 informó que la madre de la menor exigía los restos de su hija. http://eluni.mx/2EQRAYi
En aquel entonces, las cifras fueron contradictorias. Por una parte, activistas y padres de jóvenes y adolescentes desaparecidas hablaron de unos 16 cuerpos; otros, de 40.
La procuraduría del estado de México, por su parte, negó que el dragado se debiera a la búsqueda de personas desaparecidas, y agregó que no había cadáveres como tal, sino restos óseos. Eran 7 mil 48 restos óseos, de los cuales 6 mil 962 eran de origen animal y 79 de origen humano. De estos últimos, “60 eran de una sola persona”.
Desde entonces, tanto padres y madres de desaparecidos, como miembros de la sociedad civil, cuestionaron que la procuraduría asegurara, sin ninguna prueba científica, que la mayoría de los restos fueran de animales. Y en segundo lugar, se probó que los dragados formaban parte de una orden judicial para hallar mujeres desaparecidas.
Esta orden judicial provino de otro caso terrible y doloroso, cuando en mayo de 2012 Erick San Juan Palafox, un militar en activo de 20 años, violó, torturó y asesinó a Bianca Edith –de entonces 14 años–, junto con al menos otros tres implicados: David, Ricardo y Francisco.
En aquel entonces se determinó que esta banda feminicida podría haber estado vinculada a la desaparición de al menos una decena de niñas en la zona. Uno de ellos declaró que tiraban restos de personas en el Río de los Remedios.
Ahora se sabe que de esa busqueda han aparecido, al menos, los restos de un hombre y el cráneo y los muslos de una mujer joven (sacados en octubre de 2014), y el cráneo, los pies y el torso de Diana Angélica, así como este torso desconocido (en febrero de 2014). No se conoce el estado de identificación de los otros 6 mil restos óseos.