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Toluca, Méx.— Erradicar los tabúes sociales que limitan a las mujeres a donar leche materna es “una labor titánica”, coincidieron especialistas del banco de leche más grande y tecnificado del país, el cual se localiza en el Hospital Materno Perinatal Mónica Pretelini de esta ciudad.
Aun así, en siete años de funcionamiento la captación diaria aumentó de 2.5 litros a un promedio de 11 litros, comentó el director general, José Anaya Herrera.
El 19 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Donación de Leche Materna, con el lema “Gota a gota, tu amor se nota”.
“Tenemos mucho de qué enorgullecernos. Hemos logrado avanzar significativamente en la participación de mujeres que comprendieron la importancia de no desperdiciar la leche materna, porque puede salvar la vida de un bebé que por alguna razón no es amamantado”, dijo.
Anaya Herrera explicó que en Querétaro y Guanajuato hay espacios similares, pero en el Estado de México hay una red compuesta por siete hospitales. El Mónica Pretelini fue el primer banco en la entidad, inaugurado en 2012.
Anualmente, en el centro de salud nacen hasta 6 mil 765 bebés. El 70% de ellos recibe este alimento, el cual evita infecciones respiratorias, intestinales, previene daño neurológico, agiliza el desarrollo del bebé, del cerebro y el cognitivo.
“Hace siete años recolectábamos máximo tres litros, ahora llegamos a 11 litros, tanto de mamás con su bebé en el hospital como de donadoras externas. Tenemos dos rutas de captación: la Jurisdicción de Tenango del Valle, que incluye Joquicingo, Texcalyacac, San Antonio La Isla y Santa María Rayón, además de la que integran los municipios de Capulhuac, Tianguistenco, Xalatlaco y Mexicaltzingo”, indicó.
El alimento está libre de bacterias o enfermedades, lleva un proceso de selección de donantes con criterios rigurosos, es pasteurizada y se analiza para garantizar las condiciones de calidad e higiene, de modo que se descarten enfermedades.
“Se les toma una muestra a las donadoras para asegurar que no tengan una enfermedad infectocontagiosa que pudiera poner en peligro a su bebé o a otros. No hay riesgo para las mamás ni los bebés”, apuntó.
En el banco de leche hay un espacio específico en el que, con privacidad, se puede extraer de manera electrónica el alimento, lo que permite más estimulación a la madre y obtener la mayor cantidad en el menor tiempo posible.
La distribución es con base al PH de la leche, puesto que es distinta para prematuros, de término —que requieren un tipo especial— o los que llevan varios días hospitalizados.
El alimento es pasteurizado, luego es congelado para usarlo en días posteriores, aunque esto lo hacen con el menor porcentaje, pues buscan distribuirlo casi inmediatamente.
Pueden donar las mujeres en periodo de lactancia, que no consuman alcohol, no fumen y no se droguen, y sin antecedentes de riesgo para hepatitis C, VIH y sífilis.
Tampoco deben tener contaminantes en manos o mamas ni haber recibido transfusiones de sangre en los últimos cinco años. Si toman medicamentos, deben ser sólo los aceptados durante la lactancia.
