Toluca, Méx.— El Centro Médico Adolfo López Mateos luce completamente distinto: ya no hay grupos de familiares esperando noticias de sus hijos, padres o parejas enfermos de Covid, como ocurría hasta el mes de enero.
Apenas y se observan algunas personas frente al acceso principal del lugar.
Este es uno de los más de 30 hospitales que reconvirtieron la Secretaría de Salud mexiquense, el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM), además del IMSS e ISSSTE, para atender a pacientes de Covid-19.
El Adolfo López Mateos es uno de los que atendió al mayor porcentaje de enfermos por este virus.
En las inmediaciones del hospital incluso regresaron los puestos ambulantes de comida, pero tienen pocos clientes. En la entrada del hospital, algunas personas esperan sólo la salida de sus pacientes. Ya no hay cintas amarillas impidiendo acercarse a las pocas bancas de concreto donde la gente puede esperar informes. En abril pasado, el ayuntamiento desplegó vigilancia en las inmediaciones, había elementos de tránsito impidiendo que los vehículos se estacionaran en doble fila y sitios prohibidos. Ahora hay pocos autos estacionados, puesto que también son pocos los asistentes al lugar.
En el hospital Nicolás San Juan, a unos metros del Adolfo López Mateos, tampoco hay personas en casas de campaña esperando saber sobre la salud de los pacientes. Está completamente vacío, a diferencia de enero y febrero, cuando los nosocomios estaban repletos de gente pidiendo informes sobre la salud de los pacientes, aunque en este lugar no todos los casos son Covid-19, sino que atienden todo tipo de urgencias.