Atizapan de Zaragoza, Méx.— “Llegamos a vivir aquí antes de que desviaran el río Chamacuero”, cuentan vecinos de San José del Jaral, entre ellos Adrián Ulises Mercado, quienes afirman, durante un recorrido realizado por EL UNIVERSAL, que más de 300 familias viven en constante riesgo de sufrir nuevos desbordamientos, los cuales no podrá contener una costalera.
La presidenta Ruth Olvera, en la última sesión de cabildo, informó que personal de Protección Civil, bomberos y los servicios de agua potable (Sapasa) han atendido a los habitantes de la zona dañada por la tormenta en San José del Jaral, con limpieza, colocación de costaleras y entrega de despensas, así como con atención médica por parte del DIF.
La alcaldesa dijo que están realizando una evaluación “para ver hasta dónde se les puede ayudar”, una vez que se concluya el levantamiento de los daños; “podremos saber con cuanto podamos ayudar” a los damnificados.
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Este lunes 28 de junio el río Chamacuero emanaba, además, olores intensos a solventes y químicos, que provocan náuseas y dolor de cabeza a los habitantes, lo que representa un riesgo adicional.
Esta colonia, San José del Jaral, se formó cuando aquí sólo había tierras de cultivo y no pasaba el río, fue a principios de este siglo cuando, debido a la urbanización del ejido, “los constructores de las bodegas desviaron el cauce del río frente a nuestras casas”, recordó Adrián Ulises.
“Los desbordamientos del Chamacuero cada vez son más fuertes y estamos en riesgo”, dicen colonos de San José, por lo que es urgente que autoridades de la Conagua, de la Comisión del Agua del Estado de México y de los ayuntamientos de Cuautitlán Izcalli y Atizapán de Zaragoza trabajen de forma coordinada para concluir obras y “descartar el riesgo en el que vivimos cientos de familias”.
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Un numeroso grupo de vecinos de San José del Jaral acudió a Cuautitlán Izcalli, donde se reunieron con autoridades municipales y estatales, para buscar una solución de fondo, que resuelva y descarte nuevas inundaciones.
El pasado 22 de junio “murieron decenas de mascotas y animales domésticos, perdimos todos nuestros muebles, quedamos llenos de lodo, excremento y aguas negras, y, sobre todo, perdimos la tranquilidad, porque esta fue la inundación más severa que hemos sufrido”, reitera Ulises Mercado.
“Si no hay respuesta, estamos dispuestos a volver a bloquear avenidas para que las autoridades de Conagua, Caem y de los ayuntamientos de Cuautitlán Izcalli y Atizapán de Zaragoza resuelvan”, advierten los vecinos afectados que tras seis días de la inundación aún siguen sacando lodo y tierra de sus casas.
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