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Tlalnepantla
.- Javier García Sabás va con sus flores por la calle. El hombre utiliza un triciclo para ofrecer su mercancía y con él recorre las comunidades del municipio y de la Ciudad de México.
García Sabás, de 58 años de edad, vende flores desde hace cuatro décadas, oficio que le enseñaron sus padres y que continúa hasta la fecha.
“Está tranquila la venta de flores . Muchas veces por la economía. Vendo claveles, rosas, azucenas, pinochos, cepillo, cempasúchil . Tengo como 40 años vendiendo en triciclo, todo el año”, relata.
La mañana del 1 de noviembre, García Sabás ofreció sus flores en lecherías Liconsa, más tarde lo hizo en el panteón de la colonia San Lucas Patoni, donde habita. Posteriormente trepó a su triciclo, fue a la colonia Progreso Nacional, en la Ciudad de México, y regresó a la zona industrial de Tlalnepantla.
Las personas le compran flores, sobre todo para colocarlas a imágenes de la Virgen de Guadalupe y de otros santos. También para adornar las mesas y como regalo.
Dice que los hombres compran ocasionalmente flores para regalarlas a sus novias o esposas.
“Ahora sí que caballeros ya no hay, digamos completamente, somos muy pocos que regalamos. Inclusive yo no regalo flores a mi gorda”, reitera.
García Sabás menciona que el Día de Muertos aumenta considerablemente el consumo de flores, pero no en la misma manera las ventas, pues muchas personas se dedican solamente estos días a ese negocio, lo que afecta las ganancias de quienes lo hacen todo el año.
“Se incrementa el consumo de flores , el problema es que hay mucha competencia. Gente que no trabaja lo que es el 10 de mayo, 14 de febrero”, explica.
Afirma que no cualquiera sabe tratar a las flores: “Trabajé en la mañana con la amarilla (cempasúchil), traigo rosas. Tienes que saberla acomodar también. Si no termino esto, lo aprieto así, por decir, y para mañana sirve, pero si la compras fresca, si la compras pasada de dos tres días, ya no. Hay que saberla comprar”.
“Mi tiempo es oro”, concluye García Sabás, quien sube a su triciclo y se retira con su ramillete de flores , antes de que el sol de mediodía las marchite.
etp