Toluca, Méx.- La diputada Mariana Uribe Bernal propuso reformas al Código Penal para agravar las penas al delito de lesiones y que se castigue hasta con 13 años de cárce l cuando sean provocadas con el uso de ácidos , sustancias corrosivas o químicos, que incrementará si se cometen contra una mujer por violencia de género .
Durante la lectura del proyecto que fue turnado a comisiones para su análisis, la legisladora morenista recordó que las dos promoventes de estas reformas en la ley, Carmen y Esmeralda , son víctimas de ataques de esta naturaleza, habitantes de la zona oriente de la entidad.
Carmen, a quien su esposo le arrojó ácido sulfúrico en el rostro , presentó tres denuncias por amenazas ante el Ministerio Público y tipificó el delito como lesiones que tardan en sanar menos de 30 días y que no ponían en riesgo su vida, pero el ataque la llevó 8 meses al hospital con más de 55 cirugías.
“Hoy en día, su exesposo sigue libre, las autoridades del Estado de México no han sido capaces de lograr su detención, siendo cada día una amenaza latente para Carmen y la sociedad”, acusó la morenista.
Enfatizó que el Estado de México ocupa el primer lugar en feminicidios , además de secuestros de mujeres con un total de 339 crímenes mortales contra mujeres, de los cuales 258 son catalogados como homicidios dolosos y 81 como feminicidios. También se registra una nueva gama de violencia “vil y atroz contra las mujeres”, que es el uso de sustancias corrosivas para desfigurar el rostro.
Los ataques con ácido, dijo, son una modalidad de agresión violenta, que consiste en arrojar ácido en el cuerpo de una persona con la intención de desfigurarla, mutilarla, torturarla o asesinarla.
Los tipos de ácido más comunes en estos ataques son el ácido sulfúrico —que se extraen muchas veces del motor de los coches o motocicletas—, el ácido nítrico y el ácido clorhídrico , que comúnmente es utilizado como producto de limpieza y, por ende, es de fácil acceso.
Los agresores suelen arrojar el ácido al rostro de sus víctimas, causando graves lesiones al fundir la piel y exponer los huesos, que en ocasiones llegan a disolverse y algunas de las víctimas también pierden la visión de uno o de los dos ojos.
Además de las secuelas físicas permanentes que afectan su imagen, las víctimas usualmente quedan traumatizadas psicológicamente de por vida, sufren aislamiento familiar y social, y su estatus económico se ve afectado por las discapacidades producidas por el ataque y las pérdidas económicas derivadas de largos tratamientos médico-quirúrgicos.
La iniciativa de ley propone adicionar un último párrafo al artículo 238 del Código Penal del Estado de México, para endurecer las penas establecidas por el delito de lesiones cuando sean causadas dolosamente mediante el uso de ácidos, sustancias corrosivas o químicos, y que las penas se incrementen de tres a 5 años a las ya establecidas.