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rebeca.jimenez@eluniversal.com.mx
Cuando los cuatro sujetos se disponían a bajar del autobús, luego de haber despojado de sus pertenencias a los pasajeros provenientes de San Mateo Atenco y con destino a la Ciudad de México, un solitario sujeto se levantó de la parte trasera del vehículo y comenzó a dispararles con su arma 9 milímetros.
Los presuntos asaltantes habían ordenado al chofer detenerse y tras el tiroteo se abrieron las puertas de la unidad cayendo lesionados.
El pasajero, con el arma en mano se fue a la parte frontal, descendió y remató a los cuatro que se encontraban en el piso, quedando en el lugar cinco casquillos percutidos.
Los maleantes tenían entre sus ropas una pistola hechiza y navajas, motivo por el que no hicieron frente a su agresor; por el contrario, trataron de bajar lo más rápido posible.
Tras rematarlos, recogió algunos morrales en los que se encontraban dinero, carteras, teléfonos celulares y demás objetos del botín. De nueva cuenta subió a la unidad y puso los morrales en el suelo para decir: “Ahí están sus cosas, recoja cada quien sus pertenencias. Nada más me hacen el paro”.
Le pidió al chofer que se arrancara y unos kilómetros adelante el pasajero descendió, se puso una capucha y se perdió entre las veredas, mientras que los cuerpos de los presuntos asaltantes quedaron tirados sobre el kilómetro 38 de la carretera México-Toluca.
Así fue como, de acuerdo con algunos testigos y el operador del autobús, sucedió el cuádruple homicidio que se registró la mañana de ayer alrededor de las 06:00 horas.
Hasta el momento se desconoce la identidad de las víctimas, así como de la persona que los mató.
Indagatoria. Ante este hecho, el titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM), Alejandro Jaime Gómez Sánchez, comentó que están revisando las cámaras de videovigilancia de la estación de autobuses de San Mateo Atenco, de donde salió el autobús alrededor de las 05:23 horas, para ver si identifican al hombre que accionó el arma.
De los muertos, los testigos declararon que subieron en la comunidad de San Pedro Tultepec, se ubicaron en diversas partes de la unidad, para después de varios minutos pararse y amenazarlos de muerte con la pistola y las navajas que traían consigo.
En la zona de La Marquesa, frente a la pista de los go karts, quedaron tendidos los asaltantes, por lo que automovilistas alertaron a la Policía Federal (PF) del hallazgo. De inmediato elementos de la corporación de seguridad se presentaron en el lugar de los hechos y acordonaron la zona con trafitambos anaranjados; además, trataron de cubrir los cuerpos con pedazos de pencas de plátano y telas blancas.
Uno de los tres ejecutados tenía cabello negro, vestía una chamarra o gabardina de color café y pantalón beige, con zapatos negros de vestir. Los otros eran hombres jóvenes que vestían pantalón de mezclilla y chamarras, dos de ellos de piel negra y uno de color verde militar con capucha roja.
Los cuatro hombres presentaban lesiones por arma de fuego y su presencia desconcertó a policías y conductores que transitaron por la zona.
El procurador mexiquense comentó a EL UNIVERSAL que esta vialidad no es un área de alta incidencia en el robo a autobuses; pero ante este hecho solicitará que se refuerce el operativo de seguridad 3 de 3.
También expresó su preocupación porque una persona haga justicia por su propia mano ante un asalto; aunque reconoció que la Constitución mexicana faculta a cualquier ciudadano a detener a una persona en flagrancia durante la comisión de un delito.
Éste sería al menos el séptimo caso este año, documentado por este medio de comunicación, en que pasajeros asaltados en el estado de México hacen justicia por propia mano.