La diputada local del PAN Olivia Garza presentó una iniciativa para incluir en el Código Penal local la figura del sicariato, es decir, a los profesionales que son contratados para asesinar a alguien.
Su propuesta busca adicionar una Fracción IX al artículo 138 para señalar que es calificado un asesinato cuando se realice por un sicario que tengan instrucción, formación en uso de armas de fuego y explosivos, y que lo cometa por orden, encargo o acuerdo con el propósito de obtener para sí o para otro un beneficio económico o de cualquier otra naturaleza.
A decir de la legisladora, el nombrar las cosas nos ayuda a visibilizar y reconocerlas, pues lo que no tiene nombre la mayoría de las veces es ignorado.
“El Sicariato en la Ciudad de México existe, opera y arrebata vidas todos los días. No se trata de personas que aceptan privar de la vida a una persona a cambio de una remuneración, no. Son asesinos especializados y dedicados exclusivamente a esta actividad ilícita e inhumana y que tanto está afectando a nuestra sociedad, son parte de la delincuencia organizada, son una actividad que hay que erradicar”, dijo.
Y añadió: “Por eso es necesario reconocer el sicariato como una actividad ilegal que se lleva a cabo en la Ciudad de México, investigarlo y perseguirlo. Los sicarios no se sienten aludidos porque las autoridades capitalinas los consideran casos aislados. En el sicariato existe un agente más: el crimen organizado, ese que proporciona armas sin rastro, que planea, que proporciona vehículos robados, que traza rutas de escape, que consigue información íntima de las víctimas, que tiene a los mejores gatilleros dedicados solo para matar”.
Olivia Garza indicó que considerar una ejecución directa con estas características sólo como homicidio agravado, es sesgar una investigación, es cerrar los ojos ante un problema que está en las calles y no se quiere ver únicamente por cuidar la imagen política de un gobierno. “El sicariato crece cada día en nuestras calles, no en la oscuridad, crece a la luz y a la vista de todos; sin embargo, se niega su existencia o se colorea llamándolo “homicidio calificado”.
LL