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El gobierno capitalino declaró Patrimonio Biocultural de la Ciudad de México a las Terrazas Agrícolas de las zonas cerriles de Xochimilco, Tláhuac, Milpa Alta e Iztapalapa, con el objetivo de reconocer su importancia como sistema agrícola sustentable y una manifestación de la sabiduría ancestral de los pueblos originarios de esta zona de la ciudad, así como honrar la labor de las y los productores y agricultores que mantienen vivas estas técnicas.
Con esta declaratoria, las terrazas agrícolas reciben ahora un reconocimiento legal como bienes de interés público, con lo que, además de las acciones para su protección, podrán acceder a recursos públicos, integrarse en planes educativos, culturales y turísticos, y ser parte de una gestión multisectorial y participativa.
El artículo 36 de la Ley de Patrimonio Cultural, Natural y Biocultural de la Ciudad de México considera Patrimonio Biocultural al conjunto de saberes, usos y representaciones sociales, manifestaciones, conocimientos, innovaciones técnicas, prácticas culturales tradicionales, y elementos de diversidad biológica, cuyos componentes interactúan estrechamente ligados a través de la práctica diaria, la cosmovisión, las creencias, mitos, y leyendas relacionadas con la naturaleza, los cuales son transmitidos a través de generaciones como valores culturales.
En la actualidad, el sistema agrícola de terrazas tiene una gran importancia a nivel económico, cultural y ambiental. Desde su perspectiva económica, este sistema permite la producción sustentable de alimentos para la población local en zonas de difícil acceso. Asimismo, forma parte de la identidad y el patrimonio ancestral de las y los habitantes de la región, quienes han preservado y transmitido estas técnicas agrícolas a lo largo del tiempo. Desde el ámbito ambiental, ha contribuido a la conservación de la biodiversidad en las áreas donde se encuentran.
Cabe destacar que la iniciativa de Declaratoria fue promovida por la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), a través de la Dirección General de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural, que ha sido esencial en la conservación de este legado. A través del programa Altépetl Bienestar, se han rehabilitado mil 835 metros lineales de terrazas en las laderas del volcán Teuhtli, en Milpa Alta; se han impartido talleres comunitarios para su cuidado; y se publicó el libro “Terrazas prehispánicas en las laderas del volcán Teuhtli”, un reconocimiento al conocimiento campesino y a las comunidades que mantienen vivo este sistema.
Finalmente, las terrazas siguen en uso en comunidades como San Bartolomé Xicomulco, San Pedro Atocpan, Santa Ana Tlacotenco y San Francisco Tecoxpa, en Milpa Alta; Santa Cruz Acalpixca y San Gregorio Atlapulco, en Xochimilco; San Juan Ixtayopan, en Tláhuac; así como en la Sierra de Santa Catarina, en Iztapalapa. Su permanencia demuestra que el futuro de la ciudad también se cultiva desde la raíz de sus tradiciones.
Las terrazas constituyen uno de los sistemas agrícolas más antiguos y resilientes del Valle de México. Su origen se remonta a las culturas prehispánicas que adaptaron laderas y terrenos montañosos mediante plataformas elaboradas con un impresionante sistema constructivo que consiste en la colocación estrategica de piedra volcánica de los alrededores del Teuhtli, una sobre otra, sin ningún tipo de argamasa, con el fin de que sea la inclinación del suelo lo que mantiene unidas las rocas, permitiendo ampliar la superficie cultivable, conservar la humedad, controlar la erosión y mantener la fertilidad del suelo.
vcr