Invasión del carril confinado, lo que deriva en desprendimiento del material colocado en la infraestructura, accidentes como atropellamientos a ciclistas y peatones, además de conflictos verbales o físicos provocados por enojo o molestia son las principales problemáticas que padecen las ciclovías de la Ciudad de México, informó la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse).
A través de una respuesta a una solicitud de transparencia que realizó EL UNIVERSAL, la Sobse precisó que 21 ciclovías se encuentran en funcionamiento con detalles, en mantenimiento parcial y constante.
Dicha infraestructura permite el tránsito de ciudadanos por la avenida Insurgentes, Paseo de la Reforma, Calzada México-Tacuba, Calzada de Guadalupe, avenida Chapultepec, Eje 5 Sur, avenida Juárez, Eje 2 Poniente, Eje 3 Poniente, avenida Eduardo Molina, Camarones, Eje 10 Sur, Centro Histórico —en sus calles Perú, Isabel La Católica, 5 de Mayo, Pino Suárez, Juárez y 20 de Noviembre—, así como las avenidas Nuevo León, Patriotismo, Álvaro Obregón, Tláhuac, Estanislao Ramírez, Guelatao y Horacio.
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Al respecto, la Secretaría de Movilidad (Semovi) precisó que al mes de diciembre de 2023 se cuenta con un total de 528.5 kilómetros de infraestructura ciclista, de los cuales 212.3 kilómetros corresponden a ciclovías y 95.6 kilómetros de ciclovías bidireccionales.
Además de que el mantenimiento de la infraestructura corresponde a la Sobse en avenidas primarias, y a las alcaldías en calles secundarias.
Por lo que refiere al mantenimiento, la Secretaría de Obras señaló que está a cargo de la Dirección General de Obras de la Infraestructura y se ha identificado que la principal problemática es la invasión del carril confinado por todo tipo de vehículos motorizados, motocicletas, triciclos de venta, autobuses de transporte público, vehículos particulares, que provocan un daño físico “presentándose en forma de desprendimiento del confinamiento colocado, dejando expuesto en ocasiones las varillas de anclaje”.
“Derivado de la invasión se presentan otros problemas, entre ellos la posibilidad de accidentes, pues representan casos de atropellamiento a los ciclistas y a peatones, conflictos verbales o físicos provocados por enojo o molestia”, agregó.
La dependencia capitalina detalló que de 2019 a 2022 destinó un total de 178 millones 209 mil 776 pesos, tanto para la construcción como para el mantenimiento de infraestructura vial ciclista.
Durante un recorrido por la ciclovía de Insurgentes, EL UNIVERSAL observó que el tramo presenta grietas en el acabado del piso, así como levantamiento de asfalto, basura y es invadido de manera constante por motociclistas, diablitos o personas comerciantes que descargan su material.
“A veces uno va con temor de que no pueda uno acelerar, porque sí hay grietas y eso hace que uno vaya brinque y brinque y pues sí se puede caer uno”, dijo Martín Pedrajo.
En tanto, María López señaló que además de la invasión de comerciantes que dejan su carrito sobre la ciclovía Insurgentes, coincidió que la infraestructura por momentos se siente insegura. “Hay tramos donde si no controlas bien, pues sí puedes caerte. Ha mejorado el cuidado al ciclista, pero todavía hay mucha gente que no nos respeta ni al carril que sólo es para quienes circulamos en bici”, lamentó.