La presente y nueva administración del Gobierno de la Ciudad de México contarán con una Guía de Conservación elaborada por el Comité Técnico Asesor de la Línea 12, para dar seguimiento, vigilar y monitorear el comportamiento del tramo elevado metálico reforzado, lo que permitirá identificar cualquier anomalía, como deformaciones que se presenten en el viaducto y darle solución de forma inmediata, a fin de evitar que ocurra un incidente como el del 3 mayo de 2021.
Mañana, tras casi tres años, reabrirán las últimas seis estaciones de la línea dorada de Tezonco a Tláhuac y con ello estarán operando en su totalidad las 20 estaciones que la conforman, después de que fue cerrada tras la caída de una trabe que originó el desplome de vagones del Metro y la muerte de 26 personas, así como un centenar de lesionados.
Una vez que entre en operación el nuevo tramo, la primera inspección física del comportamiento de la vía se llevará a cabo en los siguientes tres meses, posteriormente a los seis meses y en subsecuente de forma anual, explicó en entrevista con EL UNIVERSAL el representante del comité técnico asesor de la Línea 12 del Metro, Bernardo Gómez.
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Quien es uno de los expertos que elaboró los proyectos para el reforzamiento de los 6.7 kilómetros del tramo elevado metálico explicó que dicha guía estará en manos del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, así como del Instituto de Seguridad de las Construcciones, para que den seguimiento al comportamiento de la vía y puedan alertar sobre cualquier irregularidad.
Agregó que las instancias conocerán a detalle —tanto de la actual como de la siguiente administración— los trabajos que se realizaron, los periodos y puntos que deberán realizar supervisiones físicas y visuales y el monitoreo permanente de un total de 31 equipos (acelerómetros, deformímetros, distanciómetros y clinómetros) instalados en el tramo elevado metálico y de concreto que monitorean el comportamiento de la estructura durante el paso del tren y cuando ocurra un sismo. Los datos pueden consultarse al momento.
“En esta Guía de Conservación viene de manera muy específica y clara, cuáles son los momentos en los que se tienen que hacer las diferentes inspecciones a la vía, tanto físicas y visuales, como mediante la instrumentación. También cómo se tiene que procesar esa información, cómo se tiene que hacer la evaluación del comportamiento de la estructura y cuáles son las alertas que deberían generar si se llegara a encontrar alguna desviación”, resaltó el especialista.
Agregó que tanto la administración del Metro como dicho instituto estarán midiendo las deformaciones de la vía, si se presentan.
“A partir de la observación que se hace y de la información que se recaba, se hará una evaluación de la estructura, y de acuerdo con la Guía de Conservación en determinados periodos de tiempo, se evaluará tanto con métodos analíticos como numéricos, poder determinar si el comportamiento de la estructura es el esperado o no y si es el esperado, pues simplemente lo que se haría con eso es mantener el periodo de evaluación y si hubiera por ahí algún dato, registro o evaluación que se recabe que nos indique que podamos tener alguna desviación del comportamiento, pues atender de manera oportuna”, expuso.
La guía se entregará al Metro como parte de la documentación y permisos para la puesta en marcha de la línea dorada, entre ellos se encuentra la constancia de seguridad estructural: “Esta guía, que ya está elaborada, trabajada, ha estado en revisión principalmente durante el tiempo que hemos avanzando en la obra, y será entregada formalmente al STC una vez que entre en operación”, especificó.
Apuntó que dentro de la Guía de Conservación hay distintos tipos de parámetros de desviaciones que pudieran presentarse y que el STC deberá estar pendiente y determinar si se mantiene dentro de los límites establecidos o en caso de que hubiera alguna anomalía.
“Hay diferentes posibilidades dentro de las desviaciones que pudieran encontrarse y cada una de esas posibilidades, los parámetros que abarcarían las alertas que estarán dentro de la guía, para que el Sistema de Transporte Colectivo en la observación que vaya haciendo pueda determinar si todo se mantiene dentro de los límites establecidos y si hubiera una desviación determinada, que de manera temprana y oportuna se pueda verificar.
“Se está dejando como respaldo adicional al Instituto para la Seguridad de las Construcciones de la Ciudad de México, en el que toda la información que se estará recabando, tanto de las inspecciones como de la instrumentación, que esté en conocimiento del Sistema de Transporte Colectivo va a haber un espejo de información o una información redundante en el instituto. Habrá dos dependencias que estarían en conocimiento y cualquiera de las dos pudiera levantar la mano y decir que algo está sucediendo”, precisó.
“La Línea 12 es segura”
Bernardo Gómez apuntó que los trabajos de rehabilitación que se realizaron permiten garantizar que el tránsito por la Línea 12 del Metro, es segura, con una vida útil de cuando menos 50 años.
“Nosotros podemos garantizar en este momento que los trabajos de reforzamiento que se llevaron a cabo son suficientes para que la ciudadanía pueda volver a utilizar la Línea 12 con confianza y una instrumentación es una herramienta que estamos colocando y dejando, para que esa confianza se mantenga a través de continuar con esta observación del comportamiento de la estructura”, explicó.
Recordó que hubo un equipo multidisciplinario diverso, de especialistas, que verificó o supervisó y revisó todo el proyecto desde los planos constructivos, de taller y las pruebas de carga ya con trenes: “Hemos estado observando que todo esto se haga conforme a los lineamientos de la Ciudad e internacionales, para restituir la confianza de la ciudadanía. La instrumentación y la Guía de Conservación son una herramienta adicional para que esta confianza se pueda mantener a lo largo del tiempo”, concluyó.
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