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La celebración del Año Nuevo chino en la calle de Dolores, en el Centro Histórico, fue sin tumultos, ni espectáculos, pocos visitantes y pérdidas económicas para los restaurantes porque el festejo se canceló por el Covid-19.
El sector restaurantero estima que las ganancias solamente serán de 35%, luego de que se suspendieron los festejos de una tradición que alberga a la Ciudad de México desde hace 35 años y este año sería del Buey.
Durante el día fuerte de esta tradición, las mesas lucieron vacías de comensales, no había adornos que llamaran a la aglomeración de personas y los visitantes transitaban sin contratiempos, comprando galletas de la suerte y ramen para llevar.
Algunos tuvieron oportunidad de quitarse el cubrebocas para posar ante un celular y tomarse una fotografía.
Jesús Antonio Esparza, representante de la asociación de empresarios del Barrio Chino dijo a EL UNIVERSAL que fue “un día bastante atípico después de 35 años consecutivos que se celebraba el Año Nuevo chino”.
“Lo estamos festejando, pues ahora siguiendo todas las medidas sanitarias, apoyando a la autoridades para evitar que se vengan tumultos de gente. Por eso se decidió hacer una festividad sin todos sus elementos de antes”, expresó el representante.
Dijo que los festejos ahora son de manera enérgica y que así será durante este fin de semana, en donde los locatarios del Barrio Chino hicieron un llamado para que los visitantes acudan por lo menos a comer o comprar algo en las tiendas, cuidando todas las medidas sanitarias.
Comentó que en los restaurantes los comensales podrán encontrar algunos platillos que serían preparados de manera especial como parte de esta festividad, para acoger a los clientes.
El líder de empresarios aseguró que el fin de semana esperan que haya más comensales ocupando las mesas de los restaurantes para activar la economía.
Al ser consultado por el anuncio del Gobierno de la Ciudad de México sobre el regreso al semáforo naranja por la baja de hospitalizaciones, el líder del gremio aseguró que la medida vendrá bien a los negocios, pero seguirán sin bajar la guardia frente al Covid-19.
Aunque había gente transitando por las calles del Barrio Chino, no podía percibirse la festividad por el Año Nuevo, no había adornos ni objetos que llamaran a las personas a juntarse.
Para muchas personas tan sólo acudir al barrio ya lo hacía especial, aunque esperaban encontrar algún tipo de festejo.
Cristina aseguró que es lamentable que no haya festejos en el Barrio Chino de la capital, pues consideró que la gente se expone más en el Metro.
“Hablemos tan sólo del Metro, ponen sus circulitos en el piso, pero cuando entras están todos amontonados, yo creo que sí debieron hacer festejos [por el año chino]”, comentó la señora Cristina, quien venía acompañada de una persona para caminar por el barrio y tomarse fotos.
Otra persona consultada refirió sentirse bien con esta manera de festejar el Año Nuevo, pues para él, es mejor evitar más contagios de Covid-19.
Y es que debido a la emergencia sanitaria los festejos debieron suspenderse, tanto que no había ambulantes con distintivos chinos a la venta.
Otra de las características que pudieron notarse durante un recorrido realizado por esta casa editorial fue que las personas dijeron observar menos gente.
“El año pasado esto estaba a reventar, no se podía caminar por tanta gente, hoy no, está vacío”, comentó Alejandra, una de las visitantes del Barrio Chino.