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“Señor juez, considero que este caso se ha mediatizado de más, si la presunta víctima fuera un mexicano común y corriente y no una persona de origen extranjero, este caso no tendría tanta relevancia”, fueron las palabras que Carlos “N”, integrante de la banda de las Goteras VIP le dijo al juez de control luego de notificarle a él, a Lucía “N”, Tábata “N” y a Melissa “N”, que serían vinculados a proceso por el delito de robo agravado en pandilla.

Según el trabajo de peritos y agentes de investigación, las Goteras VIP, el día de los hechos actuaron con alevosía, premeditación y ventaja al organizar y planear el robo, se detalló incluso que cada uno de los involucrados tenía un rol específico; una elegía a la víctima, otras seducían y el imputado, era el encargado de pasar por todo lo robado y luego venderlo.

En su narrativa de los hechos, el juez de control Joel de Jesús Garduño Vargas, explicó que las Goteras VIP, elegían a sus víctimas, todas con un perfil específico: extranjeros o masculinos con una relación estable con una vida social activa; luego los seducían compartiéndoles fotos.

En la sala, la madre de una de las imputadas comentó: “Pinches reporteros, es más el escándalo que están armando que en lo que verdad es, ni es tan grave”.

El juez ordenó que las tres mujeres fueran recluidas en el penal de Santa Martha Acatitla, mientras que Carlos —el único que se inconformó con la resolución del juez— permanecerá todo el proceso en el Reclusorio Sur.

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