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david.fuentes@eluniversal.com.mx
El ataque armado al domicilio del cardenal Norberto Rivera Carrera fue planeado con al menos un mes de anticipación. Los agresores, desde las 8:00 horas del domingo pasado estuvieron rondando el lugar esperando a que el clérigo llegara en su vehículo, un Volvo azul marino que fue captado por cámaras de seguridad ingresando al domicilio a las 14:12 horas; casi una hora después se perpetró el ataque en la calle Camelia, colonia Florida, de la alcaldía de Álvaro Obregón.
El sistema de videovigilancia del domicilio registró cómo fue que en cuestión de minutos los atacantes se organizaron. El primero apareció en escena a las 15:00 horas con 20 segundos, vestía camisa azul, pantalón de vestir, zapatos café y un gorro negro; camina por toda la calle Camelia, hablando por celular, se le ve en dos ocasiones en las que confirmó la dirección del religioso.
Un minuto después aparece a cuadro el segundo cómplice, viste un saco en color gris, camisa azul, pantalón azul de mezclilla, zapatos café, lente de mica transparente y con un sobre amarillo en la mano. Según la investigación de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México, este sujeto es quien pregunta por el cardenal y les explica a los guardias que trae un paquete para él.
A las 15:02 horas, uno de los guardias abre la puerta para recibir el paquete y, en ese momento, el primer sujeto de camisa azul y el segundo, con saco gris, empujan la puerta y aparece un tercer agresor, quien es grabado vistiendo un chaleco azul marino, pantalón de mezclilla, camisa manga larga azul, tenis y gorra negra. Este hombre es quien, una vez la puerta abierta, ingresa disparando.
El hombre de chaleco es seguido por el sujeto con el sobre amarillo en las manos y en tercera instancia entra el hombre que, aparentemente, llevaba todo el día vigilando el domicilio. El intercambio de disparos con los policías al interior duró apenas unos segundos, después se observa cómo los gatilleros salen corriendo, primero el de camisa azul, luego el que traía el sobre amarillo.
Al final, al de chaleco negro y quien entró abriendo fuego se le ve gateando, pues en el enfrentamiento resultó herido; éste es a quien llevaron al hospital de Lomas Verdes, en el Estado de México. En esa misma escena se ve a uno de los policías disparándoles en su huida, incluso hace varias detonaciones a las camionetas que pasaron por los atacantes.
Mientras que en la cámara ubicada en el interior del domicilio se aprecia cómo el agente José Javier Hernández —quien abre la puerta— cae al piso por los disparos que recibió; en el suelo se defiende y abre fuego en contra de los agresores, minutos después se observa cómo un segundo policía sale a su defensa, dispara en contra de los agresores que escapan, además los sigue hasta que se dan a la fuga en las camionetas.
Luego regresa a atender a su compañero, pero poco puede hacer, pues el oficial José Javier recibió tres disparos: uno en el rostro, otro en el tórax y el tercero en la nuca. Aunque fue llevado con vida al hospital, murió más tarde. Gracias a estas imágenes, la Procuraduría General de Justicia (PGJ) capitalina cuenta con retratos hablados de los agresores y ya les sigue la pista.