Luego de difundirse ayer la renuncia de dos diputadas locales al grupo parlamentario del PT y otra al PVEM, todos sabían que sería difícil y tensa la sesión de este miércoles de la Comisión Permanente , y no estaban equivocados.
Aunque la discusión comenzó cuando la presidenta de la Mesa Directiva, Isabela Rosales Herrera , leyó un comunicado de la diputada local de Morena, Guadalupe Chavira de la Rosa , para acusar al diputado del PAN, Federico Döring Casar.
La morenista “denunció” al panista de no conducirse con responsabilidad y ética, para la designación de los cinco integrantes del Comité de Selección para nombrar el titular del Instituto de Planeación, lo que ha frenado este procedimiento.
Ante ello, la diputada del PAN, Gabriela Salido Magos , salió en defensa de su compañero de bancada, para recordar que quien ha frenado esa acción, es la propia presidenta de la Comisión de Administración Pública, Guadalupe Chavira, “porque recibe línea y mandatos del Gobierno local. No entiende que somos un poder independiente y quiere que aceptemos los caprichos de ella y del Ejecutivo”, dijo.
Incluso, el coordinador del PRD, Víctor Hugo Lobo Román , sostuvo que en su calidad de secretario de la Comisión de Planeación, que preside el panista Federico Döring, “la propia diputada Chavira no habla con la verdad, porque esas entrevistas para conformar el Comité, sólo fue una parodia, porque la propia Chavira ya tiene definido quiénes escogerán al director de ese Instituto”, acusó.
Además, acusó que “ese supuesto comunicado, que en realidad es una excitativa para llamar la atención al diputado Döring, simplemente por no acatar lo que le han ordenado a Chavira. La acusación de la diputada es irrespetuosa, porque ella ha ensuciado el procedimiento para integrar este Comité”, enfatizó.
Tras casi una hora de discusión y cuando los ánimos estaban exacerbados, Rosales Herrera procedió a leer los comunicados de las hasta hoy diputada locales del PT: Leonor Gómez Otegui y Lizette Clavel Sánchez , así como de la del PVEM, Teresa Ramos Arreola.
Todo iba bien, hasta que la coordinadora del PVEM, Alessandra Rojo de la Vega Piccolo , exigió a la presidenta de la Mesa Directiva le diera lectura a su comunicado, que presentó ayer “y el cual usted ignoró”. Isabela ofreció disculpas y procedió acatar la petición de la pevemista.
En el documento, la legisladora del PVEM hizo una excitativa a su ahora excompañera, Teresa Ramos, quien en su calidad de presidenta de la Comisión del Medio Ambiente, “ignoró por lo menos siete iniciativas que presenté, cuyo término legal concluyó, pero ahora lejos de dar respuesta a mis peticiones, decide separarse del grupo parlamentario, lo cual no es ético”, acusó Rojo de la Vega.
Cuando los ánimos comenzaban a calmarse, Lobo Román avivó el fuego al presentar un punto de acuerdo contra la “Ley Valentina” o “Ley Ávila” --dado que las diputadas de Morena: Valentina Batres y Martha Ávila, promueven una iniciativa para reformar el Código Civil sobre el tema de arrendamientos--, donde literalmente todos los diputados participaron.
Aunque la coordinadora de Morena, Martha Ávila, acusó que la oposición sólo quiere alargar un tema que aún no es discutido en Comisiones, “apacigüen sus ánimos. En Comisiones discutiremos. No le tememos al debate, como nos acusan. Sólo que apenas se presentó la iniciativa y falta discutirse el dictamen. No es un hecho consumado”, respondió la morenista.
Esto generó que todos pidieran la palabra, hasta que la presidenta de la Mesa Directiva les pidió compostura, de respeto al Reglamento. Pero los ánimos estaban encendidos, por lo que PAN y PRD fueron con todo contra Morena, donde la única que hablaba fue Martha Ávila.
Ante ello, Rosales Herrera pidió a la secretaria de la Mesa Directiva, la panista Gabriela Salido, proceder a la votación para establecer si el tema de urgente y obvia resolución.
A las 12:43 horas, Salido Magos notificó que la votación era de ocho a favor (PAN, PRI, PRD y PVEM) y ocho en contra (Morena y PT, pues el PES no tuvo representación en la sesión).
Por ello, la presidenta de la Mesa Directiva, con base en el Reglamento, ordenó una nueva votación. Para ello, Martha Ávila tomó su celular y, como por arte de magia, aparecieron en pantalla José Luis Rodríguez y Rigoberto Salgado, por lo que ahora fueron ocho votos a favor y 10 en contra.
De allí que la petición de Lobo Román no fue aprobado, por lo que su punto de acuerdo fue turnado a comisiones.
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