“Los bendecimos en el nombre de Jesús”, así se presentó Phillip Blair en el altar dedicado a la Santa Muerte que está en la calle Alfarería, en el Barrio Bravo. Lo acompañaban varias personas incluido un hombre que traducía al megáfono lo que Phillip decía en inglés.
“Jesucristo es la luz que brilla en todos los lugares oscuros (…) Y creo con cada parte de mí que solo es posible acceder a la vida eterna a través de Jesucristo”, continuó Phillip. En ese momento una señora mayor se acercó al traductor y le dijo: “Manito, discúlpame, aquí no”.
Ambos hombres con megáfono seguían hablando y más personas se acercaron a decirles que se fueran. “Acá no, con nuestra niña no se metan”, “órale, pinches ojetes”, “respeten”.
Phillip y sus acompañantes caminaron para salir de ahí y, a medida que avanzaba, Phillip subía el tono: “Te pido que rompas las maldiciones y la brujería y que nos ayudes a amarte de la forma en que te amamos”, gritaba.
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“Tengo el arte de ir a lugares peligrosos a pregonar el Evangelio. Si alguien debe de ir, quiero ser yo, porque quiero que todos sepan de Jesús”, dice en entrevista a EL UNIVERSAL. El objetivo de la organización religiosa que Phillip Blair preside es propagar la palabra de Dios a tantas personas como sea posible e ir a tantos lugares como se pueda.
En esta ocasión, Phillip estuvo once días en México, dos de ellos visitó Tepito , con toda claridad sabía que quería ir al altar de la Santa Muerte. Había estado en el país hace tres años, entonces supo que Tepito era reconocido por ser un lugar muy peligroso de la Ciudad de México.
Phillip Blair vive en Luisiana y tiene 34 años, es fundador y director de Torch of Christ Ministries. La organización religiosa distribuye comida y vive solamente de aportaciones voluntarias, de acuerdo con lo que Blair cuenta. Ha visitado 34 países en dos años y medio.
Acerca de lo ocurrido en Tepito, Phillip dice que ha habido muchas malinterpretaciones: “Amamos a todos y no estamos en contra de nadie. Pero nos oponemos al fruto de la religión de la Santa Muerte. Ahora, en México se me busca para matarme, el fruto de esta religión no es bueno. Nuestro fin, al ir a Tepito, era compartir el amor de Jesús, sólo queremos que la gente conozca a Jesús”, aseguró.
Al ser cuestionado sobre la brevedad del tiempo que tiene para predicar durante sus viajes, Blair señala que no puede cambiar a la gente, pero busca sembrar la semilla con sus palabras para que la gente conozca el Evangelio y lea la Biblia. Después confía en las redes locales que existen para que la gente pueda continuar por el camino.
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“Muchas personas del barrio nos agradecieron por predicar cerca del altar, nos agradecieron por compartir el amor de Dios. Hay mucha gente que comparte el amor por Jesús en ese barrio y quieren que la gente vaya y dé un mensaje de amor y esperanza, de arrepentimiento por el mal que se ha hecho en nombre de la religión.
Mucha gente maldice a sus vecinos. Le dan regalos a la Santa Muerte por echar maldiciones a sus enemigos. Esto no es bueno, hay mucha maldad detrás y hay que hablar de la maldad que ocurre. Amamos a todos pero nos posicionamos en contra de la maldad y lo sostenemos”, comentó Phillip .
Durante su estancia en México, visitó el Zócalo, el Barrio Chino, el Mercado de Sonora y el metro Guerrero. Phillip Blair cuenta que estaría feliz de regresar a México si los mexicanos lo invitaran.