Más Información
Familiares de personas con reporte de desaparición exigen a las autoridades mayor vigilancia y más presencia policiaca en la zona de Parres, en los límites de la alcaldía Tlalpan y el estado de Morelos, donde según las estadísticas de la procuraduría local, se han encontrado 21 cadáveres este año, de los cuales 17 permanecen en calidad de desconocidos en el Instituto de Ciencias Forenses (Incifo).
Los deudos, sobre todo de mujeres jóvenes, afirman que el área es una suerte de cementerio clandestino donde ni las autoridades quieren ingresar.
Al respecto, dieron a conocer que durante este año han solicitado en al menos tres ocasiones acompañamiento para un recorrido, pero que la respuesta de la autoridad es muy escueta, les argumentan que la zona boscosa “es muy extensa” y que de momento, no han podido lograr “delimitar” un área para rastreo y búsqueda.
Conscientes de la situación, los afectados piden también trabajo preventivo en el lugar, al argumentar que si bien ya se conoce la problemática, las autoridades deben actuar de inmediato: “Hemos denunciado esa situación en la zona de Parres, en el Ajusco, en la zona alta de Xochimilco, Milpa Alta, Magdalena Contreras, ahí mismo en Los Dinamos, pero la autoridad es muy lenta en ese sentido, nos dan muchas largas y trabas.
“Por seguridad es que no queremos hacerlo solos o por nuestra cuenta, no sabemos qué vamos a encontrar, con quién nos vamos a topar, es peligroso. En la procuraduría nos dicen que hay que delimitar la zona, nadie conoce bien todos esos puntos, la verdad no queremos descartar ningún rincón”, dijo Brenda, hermana de Jaz, joven con reporte de desaparición en Iztacalco desde marzo.
Al respecto, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) dio a conocer que reforzará la vigilancia en la zona sur de la Ciudad, así como la coordinación con las autoridades de la alcaldía Tlalpan. Los ejidatarios de los pueblos originarios asentados en la zona boscosa también solicitaron más patrullaje y se ordenó la revisión de las cámaras de vigilancia del C5 instaladas en la entrada principal de Parres y sobre la carretera federal a Cuernavaca, Morelos.
Según la investigación de las autoridades, en tres casos de desaparición, los GPS de los celulares de las víctimas —todas mujeres— señalan ese lugar; sin embargo, debido a que la señal es muy débil, los agentes no han logrado determinar si ingresaron a Parres, cruzaron esa franja o se perdió la señal kilómetros antes de llegar.
