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Alejandra Janet Chigo, la última sobreviviente del sismo del 19 de septiembre, fue dada de alta del Hospital Rubén Leñero el día de ayer, informó la Secretaría de Salud capitalina.

La mujer de 36 años es habitante de la delegación Xochimilco y llegó al nosocomio con múltiples fracturas en todo el cuerpo y lesiones mayores con traumatismos de cráneo, luego de que se le cayera encima un tinaco y una losa.

El pasado 19 de septiembre, la mujer se encontraba en su casa. Mientras atendía una llamada telefónica comenzó a temblar; salió con su bebé, de pronto el tinaco en la azotea de su casa le cayó encima.

“Afortunadamente no tenía agua, pero sí me dio un buen golpe, me desvanecí con todo y mi bebé; afortunadamente a mi hijo no le pasó nada. Luego me cayó la losa del tinaco en las piernas, sólo alcancé a escuchar cuando gritaron mi madre y mi hija”, recordó.

Los vecinos le quitaron los escombros de encima, pidieron una ambulancia y una patrulla, pero no llegaron; improvisaron una camilla con una escalera y una tabla; la llevaron al hospital más cercano, y fue trasladada en ambulancia al Hospital Rubén Leñero.

“Lo que recuerdo es que me recibieron muchos doctores, enfermeras. Alcancé a dar mis datos y después perdí el conocimiento. Sé que estaba en riesgo, aquí me salvaron la vida porque perdí mucha sangre y la verdad es que la atención fue muy buena”.

Alejandra estuvo inconsciente siete días, la operaron, estuvo en terapia intensiva más de un mes y luego la subieron a piso.

Gustavo Carbajal, director del Hospital Dr. Rubén Leñero, informó que después de las intervención quirúrgica para salvarle la vida, se logró quitar el estabilizador de la pelvis, lo cual fue prioritario para la recuperación de Alejandra.

“Ya tiene una dicción adecuada, ya se da a entender y su estado general es bastante satisfactorio, es por ello que el día de hoy (ayer) egresó del hospital”.

Alejandra Janet Chigo dijo que se siente agradecida con todo el personal que la atendió porque gracias a ellos podrá regresar con sus dos hijas, de uno y medio, y cinco años respectivamente.

“Ellas dependen de mí, yo también de ellas. Ahora que voy a salir del hospital, me siento contenta porque gracias a toda la atención puedo decir: ‘voy a regresar’.

La Sedesa informó que la paciente continuará con su terapia y las sesiones de manejo posterior serán en el hospital como en su casa.

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